Un policía sevillano de paisano y un agente de seguridad lograron reducirle. Se trata de un individuo de origen alicantino con antecedentes policiales que habría actuado en solitario. Una vez detenido aseguró no importarle que le llamaran "moro", pero que se "cargaría a todo el mundo"
Un individuo ha sembrado el pánico en el centro de Sanlúcar de Barrameda en lo que parecía un ataque terrorista; todo ello en plena psicosis por los ataques sufridos en Barcelona. Un varón accedió a un comercio chino ubicado en la Calle Capillita dispuesto a atracarlo cuando la empleada que lo regentaba se negó a cumplir su propósito. En ese momento, otra chica distinta entró en la escena del suceso para defender a la comerciante cuando el varón, que portaba dos armas blancas, salió corriendo tras la chica con intención de acuchillarla.
La persecución tuvo lugar desde el local hasta la propia Plaza Cabildo. En la céntrica plaza y ante lo sucedido, un vigilante de seguridad de la empresa privada que custodia el centro de la localidad entró en acción. Un Policía Local de Sevilla, fuera de servicio y de paisano, logró reducir al atacante mientras que el empleado de la empresa de seguridad le colocó los grilletes. Esposado el individuo, agentes de la Policía Nacional fueron avisados y se desplazaron hasta una sucursal bancaria ubicada a escasos metros de la fuente, donde el Policía de paisano y los agentes de seguridad mantuvieron retenido al individuo hasta la llegada de refuerzos.
Según declaraciones de uno de los agentes de seguridad a Barramedia, el individuo aseguró no importarle que le llamaran “moro”, pero que se “cargaría a todo el mundo”. La Policía Nacional ha confirmado que el individuo posee varios antecedentes policiales y en sus muñecas se muestran signos que posiblemente provengan de un intento de suicidio. Según varios testigos del suceso, nos encontramos ante una persona con desórdenes mentales que, atendiendo a los recién ocurrido en Cataluña, ha sufrido un brote que le ha llevado a protagonizar el suceso.
El atacante es natural de Alicante, aunque llevaría varios años residiendo en Sanlúcar de Barrameda. Para llevar a cabo su plan empleó dos cuchillos: uno de carne y otro jamonero de unos 25 y 50 centímetros respectivamente. Portaba un pañuelo en la cabeza y en estos momentos se encuentra a disposición de la Policía Nacional. Por el momento se descarta su pertenencia a alguna organización terrorista, aunque habría actuado como respuesta a lo sucedido ayer tarde en Barcelona.
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