Es indecente que un profesional de la seguridad privada pase a ganar de un día para otro un 30 por ciento menos de salario por tener la mala suerte de que se ha adjudica la concesión de su servicio a una empresa basura, que trae bajo el brazo lo peor de lo peor.
Queremos fuera de la seguridad privada a las empresas que explotan y esclavizan a sus trabajadores a base de fomentar convenios basura, con una rebaja sustancial de lo que ya de por sí son unas condiciones muy limitadas. No se puede vivir dignamente con un salario que en muchos casos apenas alcanza los mil euros, por eso llevamos décadas reclamando a la mesa negociadora que el convenio colectivo del sector tiene que acometer una actualización generosa de las retribuciones económicas de las tablas salariales, acordes a la responsabilidad que asume el profesional de la seguridad privada y la peligrosidad que contiene sus funciones. Si a eso hay que añadirle que de golpe te pegan un bocado en la nómina y te quitan de un 25 a un 30 por ciento por desarrollar el mismo trabajo, es para poner el grito en el cielo.
Y el gran problema de todo este fenómeno, que se está extendiendo por el sector como un cáncer que lo pudre todo, es que en gran medida las empresas basuras que a base de convenios de empresas y otras artimañas están empobreciendo a los jornaleros de la seguridad privada, están siendo alimentadas y fomentadas por las distintas administraciones del estado. Es decir, aquellos que deben ser garantes y defensores del empleo de calidad, están adjudicando sus servicios de seguridad a las empresas más malas y más piratas que hay. Miran para otro lado y se tapan la nariz con tal de abaratar el presupuesto destinado a la seguridad, en este caso a costa de la precariedad de aquellos que tienen que velar por la seguridad de sus instalaciones.
Los sindicatos representados en nuestro sector debemos aparcar los dimes y diretes de siempre y aunar esfuerzos para reclamar con rotundidad unas condiciones laborales y económicas dignas y decentes. Habremos de retomar coordinadoras y plataformas para plantarle cara a este tipo de empresas, que como una mancha negra se está extendiendo y que tanto daño nos está haciendo.
¡POR UNAS CONDICIONES DIGNAS Y DECENTES, DEFIENDE TU PROFESIÓN!
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