Denuncian a dos policías locales por causar peleas en el Port Olímpic. Los agentes, de Mataró y Lloret, se enfrentaron a vigilantes con porras extensibles. Uno de ellos se encontraba ya apartado del servicio por otro expediente grave
La juerga llegó a su punto culminante, por excesivo, a las 4.30 de la madrugada del miércoles. Dos hombres iniciaron su particular final de fiesta a la altura del club que el gigante de la diversión nocturna Pacha tiene donde nace el Port Olímpic de Barcelona y la acabaron en la zona de bares entre golpes e insultos contra vigilantes de seguridad privada. En un margen de escasos 15 minutos encadenaron dos peleas. Cuando apareció la policía, también recibieron con insultos a los agentes de Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana. Nada de todo eso sería novedad ni variaría demasiado de las peleas de cualquier noche etílica fuera de control si los protagonistas, además de violentos, no fueran policías locales
Los dos policías son trabajadores de los ayuntamientos de Mataró y Lloret de Mar, según confirmaron fuentes policiales y de ambos consistorios a este diario. En el segundo caso, el agente se encontraba ya apartado de empleo y sueldo desde hace aproximadamente un año por otro incidente de gravedad. Denunciados desde el miércoles por varios delitos, entre ellos coacciones, desobediencia y falta de respeto a agentes de la autoridad, también están pendientes de una denuncia que estudian presentar los vigilantes con los que se enfrentaron y que resultaron heridos leves.
Los dos policías locales iniciaron la primera pelea ante las puertas del club nocturno que el grupo Pacha tiene en la pasarela entre el Port Olímpic y la playa del Somorrostro. Al llegar, los agentes de los Mossos d'Esquadra y la Urbana identificaron a uno de ellos y a dos agentes de seguridad del local. El agente de Mataró fue denunciado y los dos vigilantes atendidos por lesiones leves. Apenas cinco minutos después, una nueva llamada alertaba a patrullas de agentes de Mossos y Urbana para que regresaran a la zona. En esta ocasión por otra pelea en pleno Port Olímpic donde los dos agentes fuera de servicio iniciaron una segunda reyerta. Según explicaron testigos de la pelea, todo fue más lejos. Los policías fueron hasta su vehículo y sacaron de él porras extensibles que únicamente pueden utilizar agentes en acto de servicio. Un testigo explicó a los Mossos que, además, también utilizaron aerosoles con gas pimienta para rociar en la cara a los vigilantes de seguridad privada. A la zona acudieron varias unidades de Mossos y Urbana que, al llegar, fueron insultados por los policías.
Las consecuencias por las reyertas podrían extenderse más allá de las denuncias. Una portavoz del Ayuntamiento de Mataró explicó que cuando llegue la comunicación oficial de la denuncia de los Mossos d'Esquadra se abrirá un expediente contra su agente de policía. A partir de ese momento se valorará la aplicación de medidas disciplinarias, entre ellas la posibilidad de que sea apartado de su empleo. En el caso del policía de Lloret, el consistorio dijo no poder actuar disciplinariamente contra un policía ya apartado.
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