La Dirección de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental emitió ayer un comunicado interno informando de un plan de mejora de las medidas de seguridad y organizativas en el hospital.
Dos enfermos del área de Psiquiatría del Hospital Virgen Macarena agredieron brutalmente a un celador, que resultó herido con una brecha en la cabeza y hematomas y contusiones por todo el cuerpo. Los pacientes llegaron a derribar al celador, al que luego patearon y golpearon en el suelo. La víctima ya ha presentado una denuncia ante la comisaría de la Policía Nacional del distrito Macarena.
Los hechos ocurrieron sobre las diez y media de la noche del lunes, cuando los profesionales sanitarios se disponían a entregar la medicación a los enfermos, que actualmente son 23. Uno de los pacientes se dispuso a agredir a otro, que es deficiente mental, mientras que otro de los enfermos estaba junto a una enfermera y una estudiante de enfermería. El celador se interpuso entre el primero de los enfermos y el deficiente mental, hasta que aquél comenzó a golpearlo. Después, se le unió el otro paciente que se encontraba hablando con las enfermeras. Entre los dos lo tiraron al suelo y lo golpearon repetidamente durante varios minutos. Las enfermeras pulsaron el botón antipánico pero la seguridad del hospital tardó varios minutos en llegar. Antes lo hizo otro celador que logró que los enfermos dejaran de golpear a su compañero.
Fuentes del área de Psiquiatría del hospital explicaron ayer a este periódico que se vivieron momentos de gran tensión durante la noche, dado que el celador agredido sangraba abundantemente. "Sentimos una desprotección no sólo física, sino también moral", explicaron las fuentes.
La Dirección de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental emitió ayer un comunicado interno informando de un plan de mejora de las medidas de seguridad y organizativas en el hospital. Este plan consiste en una serie de rondas de vigilancia por las dos alas y en un incremento de la dotación de la plantilla con un nuevo vigilante de seguridad que empezó a trabajar ya desde ayer. Las rondas se harán de manera frecuente entre las ocho de la tarde y las once de la noche. De once de la noche a ocho de la mañana, el nuevo vigilante realizará rondas cada hora por las dos alas. La dirección ha dotado a este profesional de un teléfono corporativo, para que el personal del hospital pueda ponerse en contacto con él en cualquier momento y la respuesta sea rápida.
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