Más de 200 personas roban de manera habitual al descuido en las calles y tiendas del distrito. La eficacia policial ha crecido un 50% entre enero y febrero con la puesta en marcha de un plan especial
Siete importantes comercios y una discoteca del distrito de Centro cuentan desde hace unas semanas con una medida excepcional: los delincuentes más habituales que entran en ellos para robar cuentan con órdenes de alejamiento sobre ellos. El primer caso, de mediados de febrero, fue el de la tienda Apple de Sol; pero luego se han sumado El Corte Inglés de la calle de Preciados, con tres; Zara de Gran Vía; un Carrefour Express, y los establecimientos que la marca catalana Desigual tiene en la Gran Vía y las calles de Fuencarral y Mayor. Además, desde el pasado 30 de marzo, se les ha añadido también la sala Teatro Barceló (antigua Pachá). Asimismo, se ha conseguido que varios hurteros no puedan acercarse al entorno del Palacio Real (Jardines de Sabatini y Calle Mayor) ni a la plaza de España.
Se trata de un importantísimo golpe de efecto logrado tras la puesta en marcha de un plan especial contra este tipo de delitos al descuido por parte de la comisaría de Centro. El dispositivo fue diseñado en diciembre y echó a andar el 1 de enero, con esos y otros resultados: ha crecido un 50% el número de detenidos por estas causas hasta febrero y, ahora que llega el buen tiempo (lo que supone más ciudadanos en la calle y más hurtos), las cifras se han estabilizado. Esta efectividad policial se ha logrado, también, gracias al incremento de agentes de paisano para estas labores, que han pasado de 15 a 38, y de 20 a 24 en los dedicados a la investigación. Todos están englobados en la Sección de Hurtos.
La colaboración entre el Cuerpo Nacional de Policía y los comercios se ha intensificado, excepto con Primark, que sigue siendo la «oveja negra», con su política de permisividad de los robos en su macrotienda de la Gran Vía, lo que le ha supuesto una sanción.
De esta manera, los equipos de seguridad privada de los establecimientos están mejorando y facilitando la entrega de las imágenes captadas por las cámaras de videogilancia, pruebas esenciales para identificar a los autores, acreditar los daños y, por tanto, agilizar la tramitación e investigación de las denuncias. El objetivo de los agentes es precisamente ese: hacer un frente común con los comercios y bares de copas para erradicar este tipo de delincuencia que, además, daña sensiblemente su imagen.
El caso de la discoteca Teatro Barceló es paradigmático y la Policía Nacional espera que se convierta en un ejemplo para otros locales de ocio nocturno. Hace apenas unos días, un delincuente latino fue detenido tras hacerse en una misma noche con 14 teléfonos móviles de clientes de la sala. Al día siguiente, el responsable legal de la discoteca se presentó en comisaría para ofrecer su total disposición a cooperar, y el sospechoso fue detenido rápidamente. Es el que tiene impuesta por el juez la orden de alejamiento de la antigua Pachá.
Quiénes son y a quién roban Los hurtos que se cometen durante el día en la vía pública, terrazas y comercios, por la noche se trasladan a las salas de ocio, momento en el que el público está más distraído. Más de 200 personas son las que roban habitualmente por este sistema en el distrito, si bien no siempre son los mismos y van cambiando. El 60% son rumanos, el 25%, búlgaros y el resto pertenecen al clan de las Bosnias (11-12 mujeres) y son sudamericanos y españoles; estos dos últimos, esencialemente, descuideros. Las víctimas de estos robos cometidos en la vía pública son en el 99% de los casos turistas asiáticos porque de este modo s aseguran que luego no se van a personar en el juicio.
Una de las características de la delincuencia del hurto es que es itinerante. Se desplaza, según la época, a lugares con celebraciones y aglomeraciones como las Fallas (Valencia), Canarias, la costa en verano e, incluso, Francia o Portugal, momento en el que baja su presencia en la ciudad. La Policía tiene fundadas sospechas de que detrás de estas personas están las redes de trata de seres humanos dedicados a la actividad criminal. Muchas de estos sujetos viven en la Cañada Real Galiana, como es el caso de los rumanos. Y hay muchos menores. Es el caso de los seis que hace unas semanas sustrajeron en la tienda de Apple, 6 teléfonos móviles valorados cada uno de ellos en 1.032 euros. Detuvieron a cuatro que ingresaron en un centro en régimen cerrado y dos lograron huir. A ellos no se les ha dictado la orden de alejamiento.
Para ello es necesario probar la reincidencia y comisión del delito en la zona o el comercio en cuestión, así como que el hurto sea su modo de vida. Este ha sido el caso de un delincuente multirreincidente al que se le ha prohibido acercarse a la tienda Desigual de la calle Mayor. Arramplaba con varias perchas y salía a la carrera pasando el arco de seguridad con tres o cuatro prendas. Los agentes están interesados en que los juicios por estas infracciones –que han dejado de ser faltas– sean inmediatos, para que las condenas sean aplicadas cuanto antes. Son delitos leves si la cuantía es igual o inferior a los 400 euros y graves si la cantidad es superior.
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