Después de un tiempo abocados a otras formas de protesta, que los saco de los titulares, el grupo ha demostrado su interés en los reflectores al atacar la ‘Venus del espejo’ de Velázquez en la National Gallery de Londres. El destrozo obliga, una vez más, a los museos a ponerse en alerta y reforzar la seguridad.
El problema radica en el objetivo de estos vándalos al atacar obras de valor incalculable y de muy difícil recuperación en estos museos pueden verse afectadas para siempre. Incluso estando de acuerdo en el fondo de esta vandálica protesta, como es la necesidad de reducir emisiones, estas formas no tienen justificación alguna al poner en riesgo obras de arte, algunas de ellas con siglos de antigüedad que han superado guerras, como Da Vinci, Van Gogh o Goya, cuyas ‘Majas’ fueron atacadas en el Museo del Prado a finales del año pasado por la organización Futuro Vegetal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario