Junto a otros siete menores, colocados de pegamento según los educadores, había acorralado y amenazado de muerte con una navaja al vigilante y monitores
Eran casi las tres de la mañana cuando la patrulla de la Policía Nacional irrumpía, armada con material antidisturbios, en el centro de protección de menores Carmen de Michelena de Jaén capital. Era la tercera vez que los agentes acudían en apenas dos horas y media, y esta vez la cosa pintaba fea: el altercado había ido a más hasta convertirse en poco menos que un 'motín', con ocho menores, colocados de pegamento y disolvente según los educadores, armados con arma blanca y en una actitud muy agresiva y violenta hasta el punto de tener acorralados a los monitores y vigilantes. Finalmente, tras reducirlos, el altercado se saldó con la detención del cabecilla del grupo, puesto a disposición de la Fiscalía de Menores. La investigación sigue abierta.
La primera llamada a la Policía pidiendo apoyo se produjo sobre las 12:30 horas de la noche del miércoles al jueves. Un grupo de ocho menores encabezado por un líder con actitud muy agresiva y violenta, explicaban, tenía «acorralado» al vigilante de seguridad y a los monitores. Según los propios educadores informaron a los agentes los jóvenes habían estado esnifando pegamento e inhalando disolvente. Una patrulla se desplazó al centro y habló con ellos, calmándose los ánimos y abandonando la instalación. A la hora y media volvieron a llamar desde el centro. La situación había vuelto a complicarse. La misma patrulla regresó y de nuevo las aguas volvieron a su cauce.
A las tres de la mañana, no obstante, la Policía recibió una tercera llamada «más alarmante». Los monitores y el vigilante estaban atemorizados y acorralados en una habitación por los jóvenes, todos de origen marroquí. Los habían incluso amenazado de muerte. El cabecilla del grupo portaba una navaja en su mano. Ante lo acuciante de la llamada, los agentes acudieron en esta ocasión hasta con material antidisturbios. La escena que se encontraron cumplió con lo esperado: los jóvenes, sobre todo el líder, mostraban «una actitud muy agresiva, chulesca, desafiando» a los agentes, según informan fuentes policiales.
«Os voy a rajar el cuello» Uno incluso rompió un cristal y tras esgrimirlo, amenazó con cortarse las venas. Tras varios empujones a los agentes, agredirlos y amenazas verbales, la Policía consiguió reducirlos sin resultar herido ninguno de los agentes. El joven, de entre 16 y 17 años, fue detenido por agresión y delitos de atentado, resistencia y desobediencia a la autoridad, y puesto a disposición de la Fiscalía de Menores. Durante todo el trayecto en coche patrulla prosiguió comportándose de un modo violento y muy agresivo, tanto física como verbalmente, profiriendo amenazas como «os voy a matar», «os voy a rajar el cuello, hijos de puta».
La patrulla localizó los botes de pegamento y disolvente que presuntamente habían utilizado los jóvenes para colocarse. La navaja no había aparecido ayer al cierre de esta edición aunque la investigación continúa abierta. Desde la sala de control de la Policía estuvieron en alerta durante toda la jornada por si ocurría «algo anómalo» acudir al centro con diligencia. La situación estuvo tranquila, según informaron fuentes policiales hasta entrada la noche.
La directora del centro de protección de menores ha denunciado en la comisaría hasta en tres ocasiones en las últimas semanas actos violentos en la propia instalación y agresiones entre los usuarios. Diferentes altercados se están repitiendo en las últimas semanas en el centro. Hace quince días la mitad de los 44 menores que tenía la Junta acogidos, bajo su tutela y custodia, en el centro de protección partió hacia alguna de las 400 nuevas plazas habilitadas por la Junta como respuesta a la llegada masiva de jóvenes inmigrantes a Andalucía desde las costas africanas. Trabajadores del Carmen de Michelena habían denunciado que este estaba «desbordado por la avalancha de menores inmigrantes no acompañados». Ha habido días peores en los que se han llegado a los 50. Llegó a haber menores durmiendo sobre colchones tirados en la sala de televisión, dicen los trabajadores.
Robo s en el centro histórico El sindicato Csif ha venido denunciando la «masificación» y «sobreocupación» de este centro de la capital albergando con los mismos recursos al doble de menores, lo que lleva a sobresaltos habituales en la convivencia. Este mismo mes, el alcalde de la ciudad, Javier Márquez, pedía por escrito a la Subdelegación del Gobierno y la Delegación del Gobierno andaluz más presencia policial en la Plaza de Santa María y su entorno por problemas de seguridad ciudadana que el Gobierno local atribuía a la saturación del centro de menores Carmen de Michelena ubicado en el caso histórico de la capital. Las fuerzas de seguridad investigan robos y peleas vinculadas con chavales acogidos. Desde la Junta de Andalucía se declinó ayer hacer declaraciones al respecto del atercado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario