El Banco de España dice que las familias pobres vuelven a vivir por encima de sus posibilidades
La entidad muestra su “inquietud” por la caída de la tasa de ahorro a mínimos históricos, lo que podría comprometer el futuro de muchas familias, en especial de las rentas bajas.
De cada 100 euros de ingresos, las familias españolas ahorraron 4,9 euros en 2018. Se trata del nivel más bajo de ahorro nunca registrado en España y refleja hasta qué punto los hogares emanan optimismo. Las familias gastan prácticamente toda la renta que ingresan, lo que ha supuesto un gran impulso para el crecimiento de la demanda interna. Sin embargo, esta caída del ahorro ha llegado tan lejos que empieza a preocupar al Banco de España. La entidad ha lanzado su primera gran advertencia desde el estallido de la burbuja inmobiliaria precisamente por este descontrol en el gasto, en especial de las familias con menos recursos. Lo ha hecho en su informe anual, publicado hoy, en el que la entidad realiza un meticuloso análisis de la economía española.
El Banco de España muestra su “inquietud” por la caída del ahorro y la vuelta del crédito en las familias de rentas bajas. “Algunos hogares pueden estar siendo excesivamente optimistas respecto a sus rentas futuras”, señalan fuentes de la entidad. Esta confianza en el futuro del empleo y sus rentas puede provocar los errores que condujeron a la anterior crisis, con una diferencia importante: en esta ocasión las familias no emplean su capacidad financiera para invertir (en vivienda) sino para consumir. El resultado es que detrás de esa deuda no hay ningún activo que pueda servir como garantía para cubrir, al menos, una parte.
El Banco de España asiste a este deterioro de la situación financiera de los hogares con cierta preocupación. Se trata de la primera advertencia seria del Banco de España sobre la evolución de un agregado macroeconómico durante la recuperación. Hasta ahora, el crecimiento económico se ha basado en una evolución positiva de los flujos: reducción de déficit en el sector público, desapalancamiento en el privado, creación de empleo, superávit exterior…
La caída del ahorro de los hogares y su endeudamiento para consumir suponen el primer desequilibrio generado durante la recuperacióneconómica y el primer foco de preocupación para el Banco de España. Esta situación es más delicada para los hogares con menor nivel de renta. En primer lugar, porque son estos quienes están financiando su consumo con crédito. Y, en segundo, porque tienen una situación laboral más precaria, de modo que son los primeros que pierden el empleo cuando llega una crisis. ¿Qué pasará si llega una nueva recesión y pierden su empleo y además están endeudados?
El Banco de España duda de que estas familias estén realizando una previsión prudente sobre la evolución de sus rentas futuras. En lugar de ello, cree que pecan de optimistas gracias a la buena evolución de la economía y del empleo durante los últimos años. Sin embargo, si esto cambia y el escenario se complica, su optimismo les habrá conducido a tomar decisiones equivocadas.
La entidad reconoce que el problema del ahorro no es de rentas sino de optimismo. Las familias dedicaron muchos recursos al ahorro cuando se hundía la masa salarial y ahora, por el contrario, aumentan el consumo a un ritmo superior a la renta. La renta disponible de los hogares lleva creciendo ininterrumpidamente desde 2014, pero el consumo crece más rápido, de ahí la caída de la tasa de ahorro.
Sin reformas no hay crecimiento El Banco de España lamenta el parón en la agenda reformista de España en el último lustro y pide un esfuerzo al nuevo Parlamento para retomar las políticas encaminadas a elevar el crecimiento potencial. “El último quinquenio se ha caracterizado por la práctica ausencia de medidas de calado que tomen el relevo de las políticas de demanda expansivas de los últimos años”, señala el BdE en su informe. La productividad de las empresas sigue en niveles muy bajos, la dualidad del mercado laboral es un lastre para el empleo, los resultados educativos todavía están lejos de Europa y la baja inversión en I+D condena el crecimiento potencial del país. Sin medidas estructurales ambiciosas, la capacidad de España para seguir liderando las tasas de crecimiento se ven muy reducidas.
Pero el Banco de España también pide reformas ambiciosas a nivel europeo y reclama aprovechar la “ventana de oportunidad” creada tras las elecciones del domingo. La entidad recomienda centrar los esfuerzos en crear mecanismos para mutualizar riesgos financieros y fiscales que ayuden a completar la integración económica de la Unión Europea. Unos avances a los que los países del centro y norte del continente se han mostrado reacios, ya que supondría que ellos tendrían que asumir una parte de los riesgos inherentes de los países con más desequilibrios. El Banco de España pide completar la Unión Bancaria con un fondo de garantía de depósitos común que rompa el círculo vicioso entre riesgo soberano y bancario. Además, pide una medida mucho más ambiciosa: la creación de un activo libre de riesgo paneuropeo, que serían los eurobonos o un sistema similar. La entidad considera que hay países europeos que se benefician de la emisión de bonos ‘libres de riesgo’ como son los alemanes, holandeses o finlandeses.
Estos países capitalizan los beneficios del proyecto común para emitir deuda a tipos muy reducidos. Esta “asimetría en la distribución” de los beneficios de la Unión Europea no llega a los países periféricos, como España, por lo que sería adecuado crear una emisión mutualizadora de riesgos. Los eurobonos serían una opción, esto es, un Tesoro europeo que emitiera deuda para todos los países. Sin embargo, existen opciones que suponen una mutualización menor, como emisiones de deuda nacional titulizada. Estas u otras “soluciones imaginativas” son algunas de las prioridades que marca el BdE para el futuro del proyecto europeo. Lo importante es que la emisión de títulos libres de riesgo debería beneficiar a todos los países de la Unión para repartir las ganancias obtenidas.
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