Son el grupo más numeroso que garantizan la seguridad en la calle y lugares donde realizan su actividad. En una entrevista en Radio Gran Vía, uno de los representantes a nivel sindical, señalaba que si tuviera que elegir solucionar alguno de los problemas de la seguridad privada y en especial de los vigilantes de seguridad, elegiría empezar por aumentar la formación y evitar el intrusismo.
Son muchas las empresas no habilitadas que ofrecen servicios de seguridad con personal no cualificado, sin pasar los trámites académicos y de superación de pruebas establecidos. "No son vigilantes de seguridad, son piratas". La posibilidad de conceder el carácter de agente de la autoridad, como se ha venido anunciando, mejoraría el sector. Les protegería frente a las continuas agresiones que sufren, con un mayor castigo para el infractor. Los escasos sueldos y la cantidad de horas, forman parte de otros problemas y abusos del sector empresarial.
La seguridad privada es un sector generador de empleo en cualquier tramo de edad y proporciona empleo a mas de 100.000 profesionales (90 % con contratos indefinidos). Hay que seguir avanzando para conceder a este colectivo el lugar y el respeto que se merecen.
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