Pese a los avances en la lucha contra las agresiones con figuras como la de los interlocutores policiales, las agresiones a sanitarios son noticia todas las semanas. La seguridad en centros y hospitales sigue siendo una asignatura pendiente.Los expertos señalan un déficit de seguridad importante en los hospitales españoles.
La última agresión en el Hospital de La Línea volvía a poner sobre la mesa el grave problema de las agresiones a sanitarios. Un individuo agredía de forma salvaje a una enfermera, además de a un padre y a su hija, que se encontraban en el recinto hospitalario. Esta terrible lacra con nombres y apellidos se convierte de manera reiterada en protagonista de la actualidad sanitaria. Desde las organizaciones colegiales se van dando nuevos pasos. Así, esta semana los máximos representantes de los consejos generales de médicos, enfermeros, farmacéuticos y odontólogos se reunían en la sede de la OMC con los interlocutores policiales sanitarios del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil para poner en marcha acciones conjuntas. El interlocutor policial nacional sanitario de la Policía Nacional resaltaba la necesidad de que todas las comunidades autónomas se impliquen en la implantación de las medidas de seguridad y detalló la importancia de introducir la figura del director de seguridad, puesta en marcha en 25 centros sanitarios de España.
"De los 896 hospitales, según datos del Ministerio, solo hay 25 con departamentos de seguridad constituidos" Pero tras estos últimos avances, los expertos en seguridad aseguran que todavía queda mucho por hacer. Según explica Santiago García San Martín, secretario del Observatorio de Seguridad Integral en Centros Hospitalarios, “los hospitales españoles tienen un déficit de seguridad muy importante”. El problema, según García San Martín, no son tanto los medios, sino cómo se gestionan. “Los medios muchas veces no se ponen de una manera adecuada o de una forma eficiente”. “Por ejemplo, cuando se abre un hospital se deberían analizar los riesgos presentes y, en función de los resultados, plantear medidas. Sin embargo, en España esto no existe, porque la gestión de seguridad en este ámbito no está profesionalizada, a diferencia de cómo ocurre en otros sectores como el de la industria o la banca”. Ante esta situación, García San Martín señala que, en ocasiones, la solución fácil es imitar al hospital de al lado. Una actuación, por tanto, “ineficiente”. En este sentido, este experto en seguridad considera fundamental diferenciar unos hospitales de otros y analizar en cada uno de ellos variables como los riesgos en seguridad, índice de criminalidad de la zona, etcétera.
En esta línea, el secretario del OSICH pone como ejemplo dos grandes hospitales como el 12 de Octubre y La Paz. “Ambos son similares en número de usuarios, camas, presupuestos… Sin embargo, uno tiene 68 vigilantes de seguridad en plantilla y, el otro, 15. ¿Por qué? Por todas las variables que he comentado”. Por lo tanto, para llevar a cabo una gestión eficiente y personalizada de cada centro, desde el Observatorio apuntan como principal medida la creación de un departamento desde donde se coordine la seguridad del hospital. En este sentido, García San Martín advierte que de los 896 hospitales, según datos del Ministerio, solo hay 25 con departamentos de seguridad constituidos. “En ocasiones dicha gestión se reparte y encarga al jefe de mantenimiento, celadores, prevención de riesgos laborales”.
"La lacra de las agresiones no solo es un problema que afecta al agredido, sino también al resto de la sociedad y de las organizaciones sanitarias" Con estas “particiones de seguridad solo se hace caso a la corrección y no a la prevención”, apunta este experto que subraya la importancia de un departamento de seguridad para que pueda llevar a cabo una gestión integral enfocada precisamente en la prevención. En esta línea, añade: “Si estamos ante un paciente agresivo de repetición y estamos pendiente de la consulta siguiente, solo con la presencia de un vigilante, hemos comprobado que el 80% de los incidentes se reducen”. Para Santiago García San Martín, la lacra de las agresiones no solo es un problema que afecta al agredido, sino también al resto de la sociedad y de las organizaciones sanitarias. “Por ejemplo, las últimas agresiones en La Línea han tenido como consecuencia que de las 40 plazas ofertadas para médicos, solo se hayan cubierto cuatro”.
¿MÁS AGRESIONES AHORA? En este último año ha aumentado la presencia en medios de casos de agresiones a sanitarios. Sin embargo, el secretario del OSICH considera que su número se lleva manteniendo estable desde 2007 y 2008, que fue cuando tuvo lugar el repunte. A su vez, se suma que “antes no se visibilizaba tanto. El profesional sanitario interiorizaba que era parte de su trabajo, pero eso ahora ha cambiado”.
En este sentido, desde la Federación de Sanidad de CCOO señalan la importancia de que haya un registro nacional en el que se indiquen “todos los actos agresivos, tipos, comunidades autónomas donde ocurren, etcétera”. De esta manera, “se sensibilizaría a los trabajadores de que hay un riesgo. No obstante, a día de hoy no hay un observatorio de estas características”. A su vez, desde el sindicato remarcan también la importancia de que el tema de las agresiones a sanitarios tenga una óptica desde la prevención de riesgos laborales, “ya que es un riesgo más al que están expuestos”. Por este motivo, lamentan que en las últimas acciones llevadas a cabo no se haya contado con los interlocutores sociales: “Tendríamos que haber estado allí”. Y aunque aplauden que se avancen en medidas como la figura del interlocutor policial, señalan que hay que ir a la raíz, “hacer evaluaciones de riesgo y de todas las medidas para que podamos erradicar esta lacra”.
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