El trabajo a turnos provoca un desajuste entre el tiempo de trabajo, el tiempo biológico y el tiempo social. Exige mantener al organismo activo en momentos en que necesita descanso, y a la inversa y colocan al trabajador fuera de las pautas de la vida familiar y social.
El tiempo de trabajo tiene un impacto directo en la vida diaria. El número de horas trabajadas y su distribución pueden afectar a la calidad de vida en el trabajo y a la de fuera de él. Un elemento que determina el bienestar de los trabajadores es la distribución del tiempo libre para el esparcimiento, la vida familiar y la vida social. Dadas las características humanas, la actividad laboral debería desarrollarse durante el día, con el fin de lograr una coincidencia entre la actividad laboral y la actividad fisiológica. Sin embargo, en algunas actividades es necesario establecer turnos de trabajo con horarios de trabajo que están fuera de los que sería aconsejable, ya sea por necesidades del propio servicio o por necesidades productivas o del proceso.
Los efectos negativos del turno de noche sobre la salud de las personas se dan a distintos niveles. Por un lado, existen trastornos en el equilibrio biológico, por el desfase de los ritmos corporales y por los cambios en los hábitos alimenticios. Por otro lado, se producen alteraciones en la vida familiar y social. Desde el punto de vista ergonómico, es importante tener en cuenta estas consecuencias y diseñar el trabajo nocturno de manera que sea lo menos nocivo posible para la salud de aquellas personas que se encuentran en dicha situación.
Posibles consecuencias del trabajo nocturno
- Alteraciones en el ritmo biológico: sueño-vigilia atención, presión arterial, temperatura corporal
- Alteraciones médicas: cáncer de colón, recto, mama, etc. por disminución de la capacidad inmunológica
- Aumenta el número de accidentes: los turnos de noche afectan al grado de lesión de los accidentes, por eso el número de los accidentes graves es mayor en ese turno, repercutiendo significativamente en la salud y economía de los trabajadores
- Aumento del consumo de tabaco y estimulantes: deterioro de la salud
- Aumento del estrés: irritabilidad, disminución del apetito e incluso provocar estrés crónico
- Aumento de la morbilidad y envejecimiento prematuro: la OIT (Organización Internacional del Trabajo) estima que cada 15 años de trabajo nocturno, el trabajador sufre un envejecimiento de unos 5 años adicionales
- Insatisfacción con el horario: menor productividad, cambios de humor, aumento de la fatiga
- Trastornos en el sueño: insomnio, consumición de medicamentos, reducción de la calidad del sueño, cansancio durante el día
- Trastornos alimenticios: úlceras gástricas, ralentización de la tensión arterial, alteraciones digestivas, flatulencias, etc.
- Disminución de las relaciones sociales: insatisfacción laboral, problemas familiares
- Trastornos en el humor y en el carácter: irritabilidad y dificultad de adaptación
- Dificultad de adaptación: empobrecimiento de las relaciones laborales y sociales con los compañeros
- Síntoma de fatiga crónica: disminución del rendimiento laboral, pérdida de estímulo por el desarrollo en el trabajo y sensación de tristeza
- Trastornos de la memoria
Recomendaciones sobre la organización de los turnos
- Establecer los turnos respetando al máximo los ciclos de sueño: debe evitarse que el turno de mañana empiece a una hora demasiado temprana
- Los cambios de turno pueden situarse, por ejemplo, entre las 6 y las 7 h., las 14 y las 15 h., y las 22 y 23 h.
- Dar facilidades para que los trabajadores a turnos puedan comer de forma equilibrada, ingerir alimentos calientes y disponer del tiempo suficiente para realizar las comidas
- La elección de los turnos será discutida por los interesados sobre la base de una información completa que les permita tomar decisiones de acuerdo con las propias necesidades individuales
- Los turnos de noche y de tarde nunca serán más largos que los de mañana; preferiblemente serán más cortos
- Realizar ciclos cortos en cada turno (2 ó 3 días), ya que los ritmos biológicos apenas llegan a alterarse
- Aumentar el numero de periodos en los que se puede dormir de noche: posibilidad de descansar después de hacer el turno noche, acumular días de descanso, etc.
- Disminuir el número de años de trabajo nocturno continuado. La OIT recomienda que a partir de los 40 el trabajo nocturno sea voluntario y es desaconsejable a los menos de 20 años
- Establecer un coeficiente reductor de jubilación para los que hubieran trabajado a turnos (por ejemplo, 0,25 por año)
- Reducir o evitar en lo posible una carga de trabajo elevada en el turno de noche. Evitar las tareas pesadas entre las 3 y las 6 de la mañana. En dichas horas la capacidad de atención y toma de decisiones es más reducida
- Dar a conocer con antelación el calendario de los turnos, de modo que exista la posibilidad de planificar actividades extralaborales
- Establecer un sistema de vigilancia medica que detecte la falta de adaptación de los trabajadores al trabajo a turnos/nocturno. El art. 36 del Estatuto de los Trabajadores dice que “los trabajadores nocturnos a los que se reconozcan problemas de salud ligados al hecho de su trabajo nocturno, tendrán derecho a ser destinados a un puesto de trabajo diurno que exista en la empresa, y para el que sean profesionalmente aptos”
Recomendaciones para el trabajador
- Desarrollar una estrategia de adaptación. Conseguir el soporte de familiares y amigos
- Intentar conseguir espacios oscuros y silenciosos para dormir
- Mantener un horario regular de comidas
- Evitar ingerir comidas pesadas antes de acostarse
- Evitar tomar alcohol, cafeína y estimulantes en general dos o tres horas antes de acostarse
- Hacer ejercicio regularmente
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