Juan Ignacio Zoido planteó un buen número de medidas para la presente legislatura nada más asumir la cartera de Interior, en noviembre de 2016. La lucha contra el terrorismo y el crimen organizado son sus principales objetivos, pero también contempla otros muchos asuntos que considera prioritarios. Entre ellos, Zoido se comprometió a sacar adelante el nuevo Reglamento de la ley que regula el sector y asegura que el proceso se hará realidad “a finales de este año o primeros del que viene”.
En esta entrevista exclusiva a Seguritecnia, el ministro del Interior aborda ésta y otras líneas estratégicas previstas por su gabinete para los próximos años.
- La importancia de la seguridad privada para la protección de la sociedad ha aumentado a lo largo de los años y así ha sido reconocido desde el Ministerio del Interior. ¿Hasta dónde cree que puede llegar la aportación de este sector a la seguridad de los ciudadanos y las empresas de este país?
En España hemos avanzado mucho y bien en el camino de la necesaria y conveniente interrelación de la seguridad privada y la seguridad pública. La seguridad privada, al igual que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, cuenta hoy con el mayoritario reconocimiento de los ciudadanos españoles, y esto es un valor intangible que no debemos descuidar.
Es mucho lo que puede aportar la seguridad privada a la seguridad y bienestar de los ciudadanos. El techo de esa valiosa aportación lo establece la nueva Ley de Seguridad Privada aprobada en 2014 por iniciativa de un Gobierno del Partido Popular, y que contó con el consenso generalizado. Dicha aportación la fijará definitivamente el próximo Reglamento de desarrollo, que desde el ministerio estamos impulsando como uno de los objetivos prioritarios, y que pretendemos que aproveche todas las buenas posibilidades que ofrece la Ley.
Tenga en cuenta que hoy en día la Seguridad Privada, con mayúsculas, se ha constituido en el marco internacional como un elemento valioso para la seguridad interior de los Estados, y que nuestra Estrategia de Seguridad Nacional la contempla como un actor de las políticas públicas de seguridad y coadyuvante del sistema público de seguridad, del que forma parte como recurso externo.
- Entre las líneas que destacó como objetivo del Ministerio del Interior se encuentra la aprobación del nuevo Reglamento de Seguridad Privada. ¿Cuándo saldrá adelante el documento y qué aspectos destaca de él?
Me consta que el trabajo que se ha realizado en el ministerio para hacer realidad el nuevo Reglamento de Seguridad Privada ha sido arduo e intenso, y en estos últimos meses se ha incrementado; de modo que para cumplir con nuestro compromiso político anunciado en sede parlamentaria ya disponemos de un borrador que está próximo a iniciar su tramitación oficial, que esperamos que concluya a finales de este año o primeros del que viene.
Cumplida esta deuda que tenemos con la sociedad y con el sector de la Seguridad Privada, lo más importante es que, por la información de la que dispongo, en dicho texto se han integrado gran parte de las buenas aportaciones remitidas al ministerio, lo que invita a pensar que su redacción inicial se encuentra por el buen camino.
Como quiera que son muchos los aspectos a destacar, dada la envergadura y dificultad de la tarea emprendida, únicamente diré que el objetivo final que nos hemos propuesto podría resumirse en la idea de profundizar en el modelo español de seguridad privada, que es un ejemplo que está siendo seguido por muchos países europeos e hispanoamericanos, de manera que tengamos un sector profesional corresponsable con la Seguridad Pública, integrado en el sistema público de seguridad, y que contemple una clara delimitación de competencias y capacidades, todo ello con total respeto de las competencias y funciones que corresponden a las distintas administraciones públicas y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
- ¿Cómo calificaría la colaboración público-privada en materia de seguridad en España y en qué aspectos puede incluso avanzar?
Sobre este particular, mis primeras impresiones e informaciones me hacen pensar que vivimos en España un momento dulce en materia de colaboración. A ello creo que ha contribuido, sin duda alguna, la madurez y profesionalidad alcanzada por el sector de la seguridad privada, y también, y quiero resaltarlo, el esfuerzo e iniciativas exitosas puestas en marcha por los Cuerpos de Seguridad, como son Red Azul y Coopera, de Policía Nacional y Guardia Civil respectivamente, y Xarxa y Lagundu, de Mossos y Ertzaintza.
Estos magníficos ejemplos que acabo de citar, espero que se verán reforzados con el nuevo Reglamento gracias al desarrollo de las previsiones legales a este respecto, de forma y manera que la integración funcional de la que habla la Ley se convierta en una práctica realidad que facilite la necesaria relación y colaboración profesional público-privada.
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