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7 de junio de 2017

La patronal subraya como lastre del sector el incremento de edad de las plantillas y el repunte en índices de absentismo.


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Ahora resulta que lo que está lastrando las cuentas de resultados de las empresas de seguridad privada es la situación que está generando el importante incremento de la edad media de las plantillas y los altos índices de absentismo que este segmento de trabajadores está generando en el sector.

Es decir, que la patronal pone encima de la mesa de negociación como condición indispensable para seguir avanzado el taponar la sangría que les supone el abono de las antigüedades, especialmente a los trabajadores más veteranos, además de poner el foco en la problemática que supone que un trabajador que ha dado media vida al sector esté tirando continuamente de las situaciones de incapacidad temporal. Todo ello es catalogado por el banco empresarial como una de las situaciones criticas del sector, que está impidiendo seriamente el desarrollo de una razonable tendencia de incrementos salariales. Y apuntillan todo este razonamiento los ideológos de las empresas, con la idea de que para considerar un convenio de avance como el demandado por la parte social, se debe contemplar el abordaje a las cuestiones prioritarias para la mejora del sector.

Es inmoral y raya casi la indecencia señalar como una de las grandes problemáticas del sector el lastre que supone "los trabajadores de mayor edad " y la consiguiente situación generada al abusar de las bajas laborales. Es penoso que se intente cargar las tintas de forma desmesurada sobre lo caro que cuesta mantener a una plantilla cada vez más envejecida, llegando al extremo de poner en entredicho la estabilidad en el empleo por esta problemática. Parece que se les ha olvidado a los patronos el gran valor y el verdadero tesoro que supone en cada equipo de seguridad contar con gente veterana, que aporte su experiencia a las distintas situaciones extremas que se dan en el día a día de nuestra profesión.

Ahora no, ahora lo que se lleva es rejuvenecer a las plantillas y vender mucha tecnología. Y el gran maná que quieren los empresarios que llueva encima de la mesa de negociación no es otro que un buen acuerdo para congelar, recortar y suprimir, según los casos, ese lastre que se llama "Antigüedad". La parte social algo debería decir para no admitir de forma alguna ningún retroceso en estas materias, que deberían ser tratadas por los sindicatos de la mesa como algo sagrado, un asunto innegociable y una verdadera linea roja que no se pueden contemplar rebasar de ninguna forma. Todos los trabajadores del sector, esperan y están a la expectativa para que nuestros representantes y defensores reaccionen de alguna vez y propongan algún tipo de iniciativa social reivindicativa por la postura tan descarada de la patronal, que está claro que van a dilatar la negociación colectiva en el tiempo. 

Mientras tanto siguen las reuniones de la mesa negociadora con esa lentitud y esa falta de avance tan bien estudiada. Con unas actas llenas de letras y vacías de contenido y con una redacción que aburre al más pintado, y que no llevan a ningún sitio, porque así están pensadas. Y así se pueden tirar (se van a tirar de hecho) el año entero en ese toma y daca, que suena a tomadura de pelo y que a la larga nos va a condenar a otro año más de Congelación Salarial. Al menos esa es la sensación que le da a muchos de los currantes de la seguridad privada, que ven con desesperación como se van reproduciendo los mismos patrones de actuación de otras negociaciones. VEREMOS.

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