Calificados con contenedores de emociones y sentimientos, donde se han producido muertes y dolor son los hospitales lugares donde la presencia de fenómenos extraños suele darse con cierta frecuencia, cual leyenda urbana, raro es el centro sanitario que no tiene algún hecho inexplicable que nos hace pensar en la presencia de lo extraño.
Por razones familiares he debido pasar, en los últimos tiempos, cierto tiempo en el complejo hospitalario Virgen del Rocío de Sevilla, centro que destaca por sus magníficas instalaciones y profesionales, pero también por relatos que hacen pensar en la presencia del más allá por sus habitaciones y pasillos. La muerte, obviamente, está presente en el recinto, son muchos los pacientes que, por desgracia, pierden la vida en su interior, bien por accidentes que han sufrido, enfermedades irreversibles o por la edad, entre otras muchas razones. Esos sentimientos que desbordan a los familiares y a los mismos pacientes inundan todos y cada uno de los espacios donde residió por última vez. Y la vida es un ciclo y se comienza uno nuevo con un nuevo paciente, con una nueva lucha entre la vida y la muerte y más emociones a contener en un lugar ya de por sí muy cargado como se dicen entre sus trabajadores.
Una noche en la que caminaba absorto en pensamientos y divagaciones por uno de sus pasillos, al filo de las tres de la madrugada, como nos gusta decir en el sur, una trabajadora del centro se acercó y me dijo: «tú eres el de la tele, el periodista de los misterios, ¿no?», todo ello en un tono amable y hasta sorprendido. Le respondí afirmativamente y me consultó abiertamente: «¿Estás investigando lo de la quinta planta, no?» Y aunque había oído hablar de ello y hasta en uno de mis libros saco el caso del Virgen del Rocío le contesté que negativamente y «sólo por motivos familiares graves». La mujer entonces se disculpó y acercándome a ella le dije: «Señora, con la oficina la tengo abierta siempre» con una amplia sonrisa y aquella mujer iba a comenzar un duro relato...
Omitiré su nombre y a que rama laboral pertenece siendo su relato lo realmente importante: «Aquí en la quinta planta tenemos un fantasma, se ha aparecido ya varias veces, en la parte de quirófanos. Hay compañeros y compañeras que temen entrar en determinados sitios. Yo lo pude ver hará cuestión de unos meses y la verdad es que me sorprendí mucho, era en unos momentos en los que no había operación programada y el quirófano no estaba listo, era imposible, pero allí estaba él con su uniforme verde... Como si fuera a operar en ese momento». Le consulté si sabía quién era pero la señora lo desconocía, entonces me invitó a subir con ella y recabar más información. Subimos por uno de los tranquilos ascensores del recinto hospitalario y en la quinta planta hizo una llamada, en uno de los pasillos salió un trabajador quién me saludó efusivamente y, a requerimientos de nuestra confidente, me dijo: «cierto, aquí se aparece, en uno de los quirófanos un cirujano que murió sobre la mesa de una problema cardíaco, desde entonces ese quirófano y la quinta planta está encantado y algunos compañeros han tenido la oportunidad de verlo, yo personalmente no, ella sí, y otro compañero también, son muchas las personas que lo han visto». Indagando en la historia que relatan los testigos llegamos al punto de verificación de datos y causas explicativas y nos encontramos con la realidad de lo expuesto.
EXPERIENCIA PARANORMAL EL POLICLÍNICO DE SEVILLA Junto al edificio del Hospital Virgen Macarena se encuentra el Policlínico de Sevilla que guarda en sus pasillos secretos y misterios de otros mundos, enigmas que han sobrepasado la frontera de la vida y de la muerte en un lugar que está acostumbrado a lidiar con ésta última. En muchas ocasiones el mundo de la investigación se une para desvelar misterios de sus más insignes edificios. En esta ocasión el sevillano Javier Lobato Bernal es el que más y mejor siguió la vivencia personal de un testigo que se enfrentó a una situación límite en el llamado Policlínico de Sevilla, un edificio que pertenece al complejo hospitalario Virgen de la Macarena y que se encuentra muy próximo al Hospital de las Cinco Llagas, hoy Parlamento de Andalucía. Los sucesos se vienen dando en la quietud de la noche ante el asombro de muchos de los vigilantes de seguridad que han pasado por allí y que se han visto desagradablemente asaltados por lo imposible.
Javier Lobato tuvo conocimiento del caso y pudo hablar con el testigo quien narró su terrible experiencia aquella noche, así le contó como él llevaba poco tiempo en la empresa de vigilancia y aquella noche era su primer servicio en aquel edificio. El trabajo consistía en comprobar si dentro quedaban personas para lo cual debía realizar rondas de comprobación por las consultas, revisándolas y verificando que estaban vacías. Una vez revisadas procedía a cerrarlas con llave. El testigo así procedió una a una aunque su experiencia tendría lugar en la tercera planta, en uno de los pasillos en forma de L, largo y que acaba en un giro a la izquierda donde se encuentra otra consulta. Una vez que realizó la ronda por la planta baja y la primera planta subió a la segunda (o tercera si la baja se cuenta como primera) y se sorprendió por el impresionante frío que hacía, aunque no le dio más importancia. Siguió con su rutina y una vez cerradas todas las consultas del pasillo, sólo le quedaba la última puerta, entró y vio que estaba todo normal, cerró la puerta con llave, pero unos cinco o seis segundos después, al salir de ese punto en forma de ele, observó como todas las puertas estaban abiertas de par en par, más de una decena de puertas y todos los extintores en el suelo.
El testigo se llevó un gran susto y pensó que era una broma por ser nuevo en el destino, pero era imposible gastar una broma abriendo con llave esa cantidad de puertas y bajar los extintores en tan poco tiempo para salir, finalmente, sin hacer ruido. Eltrabajador salió corriendo y una vez en el coche se quedó casi estado de shock intentando asimilar lo que había ocurrido. No quiso volver a ese servicio. El investigador sevillano le consultó si alguna vez le hablaron de«fenómenos extraños en el lugar» y sólo acertó a decir que recordaba algún comentario de «hoy saldrás corriendo» y cosas así. El testigo que vivió tal experiencia se negaba a creer que aquel incidente lo hubieran originado fantasmas, pero ante la magnitud de los hechos tuvo que dudar. El vigilante, con tan impresionante experiencia, tardará mucho en poder olvidar siquiera lo que le ocurrió.
Curiosamente en el Policlínico hay otras zonas donde, según mis propias investigaciones, suceden otros tipos de eventos extraños: la zona de laboratorios, pruebas con sondas o Rayos X son especialmente proclives a este tipo de sucesos donde tienen su acto de presencia lo inexplicable. El investigador Javier Lobato lo achaca al antiguo cementerio delHospital de las Cinco Llagas que se encontraba en aquel mismo emplazamiento, pero hay otras causas como la tragedia sucedida durante la construcción de los edificios o, simplemente, porque lo paranormal elige donde y como manifestarse.
Cómo hipótesis, subrayando que sólo es una hipótesis, cabe decir que parece que el Policlínico se ubicaba en lo que antaño era e l viejo cementerio del Hospital de la Sangre o de las Cinco Llagas de Sevilla. ¿Casualidad?
LA APARICIÓN DEL HOSPITAL INFANTIL DE SEVILLA Al hilo de lo que suele ocurrir en el Virgen del Rocío hay una serie de hechos paranormales que llevado a los testigos a ver extrañas presencias o contemplar, aterrados, como objetos se movían ante sus ojos como llevados por unas manos y fuerza invisible. Hospitales activos, abandonados, viejos sanatorios o residencias donde convivieron la vida y la muerte y ahora nos dan un toque de atención sobre lo que en su interior sucede. En ese buscar por lo paranormal en nuestro país hago una nueva parada en un lugar que ya nos ha visitado, es el complejo hospitalario Virgen del Rocío, Universitario, pero que quiero separar de éste otro, en el cual se produce hechos sin explicación en racional. En éste basto grupo de edificios destaca otro por los fenómenos que se viven en su interior, es el llamado Hospital Infantil en el cual lo paranormal también se ha manifestado...
Nuestro testigo se llama Antonio y forma parte de un grupo de investigación en la capital hispalense, si bien es cierto que narra su experiencia como persona que la ha vivido en primera persona, no como investigador, nos decía lo siguiente: «Mi chico, por desgracia, ha estado ingresado varias veces en el Hospital Infantil, allí una de las noches que estaba yo paseándolo en el carrito para que se durmiera me sucedió algo muy extraño. Y cogía el ascensor y daba una pequeña vuelta por arriba aunque arriba sólo tenía el pequeño pasillo porque todas las puertas están cerradas. Las habitaciones de los niños estaban en la planta de abajo pero como a éste le gustaba el traqueteo del ascensor pues subía y bajaba mucho. Una de las noches, serían creo que las nueve o por ahí, más o menos, noté como me tiraron por el pico de la chaquetilla, como dos tirones seguidos a la altura, más o menos, del cinturón del pantalón por la espalda». El testigo, asombrado, miró y «me giré sorprendido porque yo que en esas fechas todavía no creía en estas cosas. Cuando lo comenté con la madre, al verme sorprendido y que estaba solo, me dejo que ‘te habrás enganchado con algo’ y le respondí: ‘claro, en el centro del pasillo con nada’. Ese momento no lo olvidaré en la vida».
En el mismo sentido Manuel Jiménez daba fe de un nuevo testimonio: «Era cerca de las dos de la mañana y, de repente, sentí risas en el pasillo, risas de niño. Pensé ‘¿Quién puede dejar a un niño jugar a estas horas por el pasillo?’, me asomé al corredor y vi un niño a lo lejos, lo llamé y antes de darme cuenta sentí esas risas detrás mía, me giré y estaba allí, la cara muy pálida, muy blanquito y ojeras marcadas... Comprendí que no era de este mundo. Una enfermera se asomó al pasillo y le conté lo que había pasada. Me dijo que era habitual, que procurara entrar en la habitación y olvidarme del tema. Allí hay está el fantasma de un niño. Fue una experiencia terrible».
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