Aspira a que la filial capitalice más que los 3.400 millones de la matriz. Cash lleva a la cuenta de resultados costes que sus rivales periodifican
Cuenta atrás para la OPV de Prosegur Cash, cuyo folleto de emisión recibirá la luz verde por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este jueves, previsiblemente. Con esta operación, dirigida a institucionales, Prosegur aspira a conseguir que su filial de blindados alcance una capitalización superior a la de la propia matriz, que a cierre de ayer rondaba los 3.400 millones de euros.
Un objetivo fácilmente alcanzable si Cash saliese al mercado con una valoración en base a su ebit (beneficio antes de intereses e impuestos) en línea con sus comparables, la sueca Loomis y la estadounidense Brinks. Estas dos compañías cotizan, de media, a 12 veces su ebit, un multiplicador que arrojaría para Prosegur Cash una valoración superior a los 3.800 millones de euros (ver gráfico). La foto cambia si, en lugar de aplicar a las cifras de la filial un multiplicador sobre su ebit, lo aplicamos a su ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones): sus rivales se negocian a 7,4 veces, lo que dejaría la valoración de Prosegur Cash ligeramente por encima de los 2.800 millones de euros (el ebitda de Cash ascendió a 382 millones de euros en 2016).
Dando un paso más, y calculando el valor de la nueva cotizada por EV/Ebitda (el valor de la empresa incluyendo la deuda, frente al beneficio bruto), sus dos comparables cotizan con una ratio de 8,2 veces, lo que se traduciría en una capitalización de unos 2.600 millones para Prosegur Cash. Esta cifra es un 32% inferior a la que arroja la valoración por ebit y se quedaría muy por debajo de la capitalización actual de la matriz. Con la salvedad de que, tal y como señala la propia compañía en la presentación corporativa que remitió a la CNMV el 15 de febrero, la cifra de ebitda de Cash "no es comparable con el de otras compañías" porque la empresa de gestión de efectivo "sigue un criterio conservador, llevando directamente a la cuenta de pérdidas y ganancias buena parte de los costes, en lugar de capitalizarlos, como hacen algunos de sus rivales". La opción de capitalizar los costes a lo largo de varios años, a la que Prosegur Cash no recurre, permite diluirlos en la cuenta de resultados y presentar un ebitda más saludable. Desde el grupo apuntan que la diferencia entre un cómputo y otro tiene que ver meramente con "las distintas políticas de capitalización" de los costes.
El grupo colocará hasta un 40% de su filial y se reservará el control del 51% de las acciones. Un 9% adicional permanecerá también en sus manos, a través de Prosegur Asset Management, vehículo creado específicamente para la OPV. Fuentes de la compañía no especificaron a elEconomista si ese 9% se venderá en el mercado más adelante.
La pata de blindados es la que más aporta a las cuentas de Prosegur. En 2016, el ebit de Cash ascendió a 320 millones de euros. El de la matriz fue de 333 millones, de modo que la filial de transporte de efectivo representó el 96% de esta partida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario