Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo, cinco de los siete hijos de David Álvarez, el fundador de Eulen, han interpuesto una demanda a título individual en los Juzgados de lo Mercantil de Madrid contra el albacea partidor de la herencia de su padre por considerar que el citado que puede incurrir en falta de parcialidad y conflicto de intereses al ser el socio director del despacho de abogados que asesora al grupo y a su propia hermana María José Álvarez, presidenta y administradora única del mismo .
Los cinco hermanos reclaman a los tribunales la remoción y sustitución del citado albacea, teniendo en cuenta que la mayoría accionarial de Eulen y por tanto el control de la sociedad está ahora mismo pendiente del reparto de la herencia, cuyo albacea es Carlos Rodríguez Quiroga.
Temor al reparto En la comunicación de la demanda se le pide que seabstenga de realizar actuaciones hasta que se dilucide su pertinencia para el cargo, según han confirmado fuentes próximas a la sociedad familiar El Enebro. Estas fuentes aseguran, no obstante, que "existe el temor que a pesar de todo ello proceda a realizar la participación" Asimismo, El Enebro ha interpuesto también otra demanda en el Juzgado Civil de Primera Instancia de Madrid reclamando la nulidad del control de Eulen por parte de Daval Control, la sociedad que encabeza María José Álvarez, como consecuencia de la nulidad de la Junta de Accionistas del 20 de junio de 2011 que aprobó la libre transmisibilidad de las acciones sin haberse respetado el derecho de adquisición preferente. "El Enebro considera que la creación de Daval y sus aportaciones son nulas al haberse realizado a raíz de los acuerdos adoptados en la Junta de Accionistas declarada nula por el Supremo", dicen las fuentes consultadas..
La junta se repitió recientemente para subsanar, según Eulen defectos de forma, pero los cinco hermanos reunidos en El Enebro reclamarán de nuevo a los tribunales su nulidad al permitirse que Daval fuera considerado accionista de Eulen. Una vez haya concluido el proceso de reparto de la herencia de David Álvarez, el 47,55% de Eulen, sus cinco hijos podrían alcanzar la mayoría accionarial de la multinacional y por tanto el control político de la sociedad. Dado que la herencia de David Álvarez concede a todos sus hijos la parte legítima, los denominados cinco hijos díscolos obtendrían el 11,3% de Eulen lo que, sumado a su paquete de acciones actual, les daría el control.
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