Los profesionales se concentraron ayer convocados por el Sindicato Médico en repulsa a los actos de violencia que se han producido
El centro de salud de La Serrana, donde en los últimos tres años se han producido al menos cinco agresiones a profesionales, dispondrá desde el próximo lunes de seguridad privada, según se comunicó ayer desde la gerencia del área sanitaria a la directora de este centro de salud, Fátima Cañas. El anuncio se produjo precisamente mientras tenía lugar una concentración en las puertas de este centro para mostrar la repulsa por la agresión a un médico el pasado viernes. A la concentración, convocada por el Sindicato Médico, asistieron además de personal de este centro de salud, representantes de otras organizaciones sindicales y de la federación de asociaciones de vecinos 'Solidaridad'.
La seguridad privada se mantendrá desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde, el horario de funcionamiento del centro de salud y se está estudiando también la posibilidad de instalar cámaras en las zonas comunes. La directora, que en su día fue también víctima de una agresión, mostró su satisfacción por la puesta en marcha de esta medida, que consideró tranquilizadora para el personal, teniendo en cuenta que han sido numerosas las incidencias y episodios de violencia que se han producido en estas instalaciones.
DESDE EL PRÓXIMO LUNES HABRÁ UN VIGILANTE DE SEGURIDAD EN EL HORARIO DE APERTURA DEL CENTRO En concreto el pasado viernes un médico fue objeto de insultos y amenazas graves por parte de un usuario. Según explicó la directora, el detonante fue que el paciente no estaba de acuerdo con una gestión que realizaba el facultativo, acompañado en ese momento por una auxiliar administrativa, ya que no se trataba de un tema asistencial. Esta auxiliar, aunque no ha presentado denuncia, como si ha hecho el médico, también se dio de baja al sufrir un ataque de ansiedad. La reclamación de vigilancia privada en este centro de salud se viene realizando desde hace tiempo por parte del Sindicato Médico, sin que hasta ahora se hubiera accedido a adoptar esta medida. El presidente del Sindicato Médico de la provincia, Pedro Calderón, se congratuló tras conocer la decisión de la gerencia del área sanitaria, aunque señaló que se podía haber tomado mucho antes "y se hubiese evitado la última agresión".
Calderón no obvió que existe sensación de inseguridad y temor a que en algún momento lleguen a producirse incidentes mucho más graves. "Si estamos aquí es para mostrar tolerancia cero a cualquier agresión". Recordó que hace casi un año, en otra concentración por el mismo motivo en este centro de salud, el gerente del área, Manuel Lubián, que participó en la misma, puso en duda la eficacia de la presencia de un vigilante de seguridad e incluso cuestionó que los ciudadanos con un comportamiento normal tengan que tener un vigilante cuando acuden al médico. "Creemos que estas palabras son inaceptables, hoy en día nadie se va a asustar por un guarda de seguridad, al contrario, la gente se siente más tranquila".
Menos factible parece, por las reformas que supondría en los centros, la instalación de una puerta accesoria con otra consulta, de forma que ante una agresión el profesional no quede acorralado, sin poder salir por la única puerta de entrada y salida. Los centros más modernos sí cuentan con esta distribución y es otra de las medidas que el Sindicato Médico sigue exigiendo para el resto de instalaciones. "Lo único que deseamos es que se invierta en seguridad, tenemos que trabajar de una manera tranquila y más sabiendo los antecedentes de este centro", señaló Calderón, agregando que para la prevención de este tipo de agresiones no es suficiente con los planes de formación que organiza el SAS para mejorar las habilidades de los profesionales en el manejo de situaciones conflictivas. "Eso son palabras muy bonitas pero nosotros queremos hechos y que valoren a los profesionales, no sólo ahorrar".
El responsable del Sindicato Médico aseguró además que no todas las agresiones acaban en denuncias. "Sabemos que pasan muchas cosas que no se denuncian porque los médicos no se atreven o porque simplemente denunciar también causa una serie de molestias. Pero está claro que cada vez hay más descontento por parte de los usuarios, a los que no se le da una atención en condiciones por parte de la Administración porque no hay recursos ni personal y más en este centro que está en una zona de transformación social y donde tendría que haber más profesionales".
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