Encargados de la seguridad de centros de salud con servicio de urgencias también tienen que controlar el registro de entrada de pacientes
La falta de suficiente personal sanitario, especialmente de celadores y administrativos, obliga a que en algunos puntos de atención continuada (centros de salud que atienden urgencias fuera del horario habitual) los vigilantes de seguridad sean los encargados de llevar a cabo el registro de entrada de los pacientes. Esta situación se da, por ejemplo, en el PAC de Puçol, algo que ha molestado a algunos pacientes. «¿Por qué tengo que entregarle mi tarjeta SIP y contarle los síntomas que tengo al vigilante?», se preguntó uno de los usuarios de este centro sanitario de la localidad. «¿Por qué no hay un celador o una enfermera?», añadió, mientras cuestionaba que el encargado de la seguridad pudiera tener acceso a sus datos personales e historial médico. Otra paciente, directamente, se negó a narrarle al vigilante los síntomas que presentaba. «Hablaré con el médico», resaltó.
«No hacen funciones sanitarias en sí, registran al paciente donde no hay celador, pero no deben preguntarle al paciente lo que le pasa», aclararon. «Lo que nosotros defendemos es que sea personal sanitario dependiente de la conselleria el que desarrolle estas funciones y se relacione con el paciente, ya que el vigilante está para lo que está», subrayaron desde la formación sindical, que reclamaron también no sólo celadores y administrativos, sino incrementar también los equipos de facultativos y de enfermeras.Fuentes de la sección sanitaria del sindicato CC OO indicaron que la «infradotación de personal que sufren algunos PAC» es la razón por la que los vigilantes de seguridad se ven obligados a desempeñar funciones que, en todo caso, corresponderían a celadores o personal administrativo dependiente de la Conselleria de Sanidad.
Competencias Por su parte, desde la Conselleria de Sanidad indicaron que este departamento autonómico «recordará las competencias que tiene cada uno de los trabajadores que desempeñan sus funciones en los centros sanitarios, adecuará los recursos a las necesidades y vigilará para que se ejerzan las competencias y que se cumpla la seguridad que deben tener los datos sanitarios». Sin embargo, a parte de los pacientes inquieta que no sea un profesional sanitario el que tenga acceso a su tarjeta SIP y, por tanto, a sus datos personales y su historial médico. Tampoco se sienten cómodos al tener que narrarle sus dolencias a una persona que, supuestamente, no cuenta con conocimiento médicos. «¿Cómo sabe qué caso es más urgente que otro o si directamente el paciente debe acudir a un hospital?», advirtió otro de los usuarios.Por otra parte, fuentes conocedoras del funcionamiento de las tarjetas SIP, indicaron que en algunos departamentos de salud sí que está permitido que sean los vigilantes de seguridad los que se encarguen de llevar a cabo este registro de pacientes, siempre y cuando hayan recibido una formación adecuada y cuenten con la correspondiente autorización. Este es el caso del departamento de salud de Sagunto en el que está incluido el PAC de Puçol.
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