La negociación ha quedado rota nada más ponerse de acuerdo en los porcentajes de representación y la exposición de los primeros planteamientos generales, pues los razonamientos e intenciones de ambas partes, expresadas en sus correspondientes plataformas, no podían ser más distantes. Después de un repaso de las cuatro reuniones, la última de ellas celebrada de forma virtual, se puede concluir que la postura de la patronal no difiere bastante de la mantenida en otras ocasiones anteriores, con una representación empeñada en aumentar una vez más los recortes, con la eliminación o congelación de antigüedades, subida salarial pírica, eliminación de jornada garantizada en blindados, etc. La parte social, es decir los sindicatos representados en la mesa, plantearon desde el principio unas exigencias de mínimos, con una subida salarial acorde a los incrementos producidos en la cesta de la compra y de la vida en general y la inclusión de la cláusula de revisión salarial al IPC oficial.
Como ya hemos manifestado en otras ocasiones, todo lo ocurrido desde que se constituyó la mesa negociadora forma parte de la escenografía de estos encuentros, lo que algunos han venido a llamar "el teatrillo de la mesa negociadora". Tanto es así que en ambas partes siguen estando representados en gran medida los mismos negociadores de siempre. Dentro de este singular itinerario, ha llegado el momento donde la parte social no ve avances y encuentra en la parte patronal un enconamiento en sus propuestas conservadoras y regresivas. Los sindicatos UGT, CC.OO y USO entienden que las negociaciones están rotas y hacen un llamamiento al conjunto de los trabajadores para empezar a realizar movilizaciones.
SPV decide apoyar a la representación social de la mesa y adherirse a las movilizaciones, porque efectivamente entendemos que no debe recaer nuevamente en la clase trabajadora las medidas correctoras para hacer frente al periodo de crisis (otra más) en la que se encuentra sumido el sector de la seguridad privada y el país en su conjunto. Decimos que SPV decide apoyar a los sindicatos de la mesa porque entendemos que ahora es el momento de la unidad de acción y el frente común frente a la patronal, por encima de banderas, de siglas y de diferencias que se tengan entre los sindicatos que operan en la seguridad privada.
Pero nuestro apoyo no es un cheque en blanco, lo hacemos con reservas y con la confianza quebrada, porque la trayectoria de anteriores convenios deja muy mal parados a la representación sindical negociadora, la misma que hay ahora. Desde SPV entendemos que solo hay dos opciones en este momento: o apoyas las movilizaciones y otras acciones que se puedan organizar desde la parte social negociadora, o no apoyas y te dedicas a criticar debilitando aún más a nuestros representantes en la mesa y eso significaría tener que plantear movilizaciones alternativas, dividiendo aún más al sector, pues criticar, pero no hacer nada ni apoyar no es serio ni responsable, según nuestro criterio.
Desde SPV seguiremos explicando el farragoso contenido de las actas de la negociación del convenio, que, a fecha de hoy, se resumen de una forma muy sencilla y en tres palabras: todo sigue igual. Depende de la parte social que algo cambie, porque las empresas del sector tienen claro sus objetivos. QUE QUEDE CLARO: los compañeros de la mesa negociadora tienen que saber que, si se va a luchar por un salario digno y unas condiciones decentes de trabajo, ahí estaremos apoyando, aunque esto suponga entrar en un escenario de conflicto. Si se termina cediendo y firmando unas condiciones pírricas, que no den solución a la pérdida de poder adquisitivo y no equipare nuestros salarios al nivel del actual coste de la vida, nos tendrán enfrente, como hemos hecho en otras ocasiones.
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