Un miembro del cuerpo de vigilancia privada que cubría la noche del sábado las fiestas de La Camella, en el municipio de Arona, perdió varias piezas dentales tras sufrir un puñetazo en la cara por parte de uno de los integrantes de una reyerta que se produjo en la plaza y que el vigilante trató de controlar.
La Policía Local no pudo intervenir porque en el momento que ocurrían las hechos se encargaba de un detenido, inicialmente por un atropello y posteriormente por violencia de género, al comprobarse la agresión a una mujer con rotura del tabique nasal y varias heridas en la cara.
Esa noche, como ha ocurrido en más ocasiones, solo tres agentes estaban de servicio en un municipio con casi 90.000 habitantes, mientras que ante la negativa de la Policía Local a realizar horas extras, el grupo de Gobierno de Arona ha tenido que contratar a seguridad privada para atender fiestas y eventos en los distintos barrios del municipio, como ocurrió el sábado en La Camella. La Policía Local sigue esperando que las promesas realizadas por el grupo de Gobierno se hagan realidad, mientras siguen sin entender que se mantenga la inseguridad para los vecinos que acuden a las fiestas, contratando vigilancia privada para ocultar las carencias de efectivos de la Policía Local.
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