“En este momento, el sector en Galicia todavía está tratando de remontar la crisis económica”, señaló Roberto Lage, presidente de la Asociación de Empresas de Seguridade de Galicia. “Se empieza a activar la demanda de vigilantes de seguridad
En este momento, el sector en Galicia todavía está tratando de remontar la crisis económica”, señaló Roberto Lage, presidente de la Asociación de Empresas de Seguridade de Galicia. “Se empieza a activar la demanda de vigilantes de seguridad, y también de alarmas”, aseguró el portavoz del sector que considera que en A Coruña proporciona empleo ya a cerca de 3.000 personas a pesar de que la crisis haya obligado a cerrar sus puertas a ocho empresas de las casi 40 que existían, entre aquellas que se dedican a la instalación de sistemas y las que ofrecen personal de vigilancia.
Lage hizo estas declaraciones durante el Día de la Seguridad privada, que se celebró recientemente en el salón de actos de la Fundación Abanca. En ella se entregaron 106 menciones honoríficas ( 55 por parte de la Guardia Civil y 51 por la Policía Nacional), a miembros de distintas empresas de seguridad privada de la comunidad gallega. En su discurso, el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, destacó la importancia del sector altamente profesionalizado, no solo a nivel económico. Pero, aunque lo peor haya quedado atrás, la depresión económica ha cobrado un alto peaje a la seguridad privada. Si en A Coruña desaparecieron ocho empresas y subsisten cerca de 30, en toda Galicia fueron 20 las que tuvieron que clausurarse. Aún resisten, según los cálculos de Lage, unas 70.
Lucha por la supervivencia Por supuesto, los cierres implicaron el despido de miles de personas. “Fue una lucha por la supervivencia, somos un servicio esencial para la sociedad pero lo paga gente privada. Las administraciones han hecho recortes y las empresas también”, sostiene el portavoz del sector gallego. En realidad, Lage, que considera que ha sido “como una regulación del sector efectuada por el propio mercado”. Las empresas que subsisten se están afianzando y el portavoz del sector espera que “no suceda ningún desastre como el de Segur Ibérica (a principios de mes, un ERE extintivo de la tercera empresa de seguridad del país dejo a cerca de 2.000 trabajadores en el paro)”. En Galicia, uno de los puntos a desarrollar es el de los guardias de campo, dado el despoblamiento del agro. El jefe de la Policía Nacional, Manuel Vázquez, destacó que el sector está preocupado también por el intrusismo, que trata de combatir. l
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