La reunión entre los vigilantes y el Govern ha acabado este martes sin acuerdo. Los controles de seguridad han vuelto a registrar colas considerables.
Los vigilantes de los controles de seguridad para acceder a la zona de embarque de la terminal 1 del Aeropuerto de Barcelona-El Prat amenazan con entorpecer las vacaciones de quienes tienen previsto un vuelo en agosto para disfrutarlas. Este martes la reunión de mediación con la Generalitat ha acabado sin acuerdo porque no había representantes de Aena, como reclamaban estos empleados, con lo que por el momento sigue en pie la huelga indefinida anunciada a partir del día 4 del mes que viene.
Y también este martes, se han repetido las colas en los controles que ya se registraron este lunes, pues aunque los paros no han empezado, los vigilantes están protagonizando estos días una protesta consistente en cumplir solo «con lo que marca la normativa», en palabras de Gonzalo Bao, miembro del comité de empresa, que ha afirmado a este diario que lo sienten "en el alma por los viajeros".
Para desconvocar la huelga de agosto, los 350 trabajadores, de la empresa concesionaria Eulen, exigen que en los encuentros de mediación, además de la dirección de su compañía y del Departament de Treball, esté presente Aena. Lo han explicado también fuentes del comité de empresa, que además han apuntado que está prevista una nueva reunión de mediación el viernes a las 11 horas. Desde Aena han señalado a 20minutos que por el momento no contemplan asistir, pues la empresa «responsable» de los vigilantes de los controles es Eulen. "Nunca entramos en conflictos ajenos al aeropuerto", han afirmado. A lo largo de este martes ha habido "colas intermitentes", han contado también fuentes del operador aeroportuario, y han asegurado que la situación se ha normalizado sobre las 12 horas. "Luego las esperas han sido las habituales en esta época, en la que se registran más de 1.000 operaciones diarias, como hoy, que ha habido 1.038", han indicado, y han dicho no tener "constancia" de que pasajeros hayan perdido el avión.
Según Aena, las colas han sido de una media de 20 minutos, aunque ha habido un pico de 50 minutos sobre las seis de la madrugada. Varios viajeros consultados a diferentes horas de la mañana, sin embargo, han asegurado que han tardado entre 30 y 40 minutos en pasar el control de seguridad e incluso ha habido alguno que ha hablado de más tiempo. Bernardo Simón, por ejemplo, ha explicado que su hija, que tenía que ir a Suecia, ha llegado a las 8:30 horas al Prat y ha tenido que hacer una hora y media de cola para acceder a la zona de embarque. Luego, ha contado, le han comunicado que en su avión había overbooking, con lo que ha tenido que conseguir otro billete para viajar más tarde, y soportar de nuevo la cola en los controles, esta vez de media hora. "Se nos ha hecho interminable", ha afirmado Simón.
Todo apunta a que historias semejantes a la suya se repetirán varios días si el conflicto laboral no se soluciona y si no se anula la huelga indefinida convocada a partir del 4 de agosto. Esta está prevista todos los viernes, domingos y lunes –de las 5:30 a las 6:30 horas, de las 10:30 a las 11:30, de las 16:30 a las 17:30 y de las 18:30 a las 19:30–.
Los vigilantes de los controles reclaman más personal porque, según aseguran, están sometidos a una carga de trabajo insostenible que les genera agotamiento físico y psíquico. Además, alertan de que Eulen, para ahorrarse un plus de 1,7 euros la hora, no ofrece formación en radioscopia a nuevos empleados, lo que imposibilita que muchos puedan rotar en los escáneres. Por otro lado, aseguran que en el último año se han producido 30 excedencias, 35 bajas voluntarias y 30 bajas médicas por estrés o motivos similares.
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