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Un informe realizado por la Inspección de Trabajo constata las "nocivas" condiciones de los vigilantes
La coincidencia de varios vuelos y la escasez de personal en los filtros ha provocado largas cola estos días.
Los trabajadores encargados de la seguridad del aeropuerto están al límite. La reducción de plantilla que, según los representantes de los trabajadores, ha llevado a cabo en los últimos años la empresa concesionaria del servicio, Ilunion, por el recorte de los horarios de Aena ha sobrecargado de trabajo a los vigilantes, sometiéndoles además a constantes modificaciones de turnos derivada de una mala organización y obligándoles a realizar trabajos que, en teoría, no les corresponderían.
Los problemas de la plantilla de seguridad del aeropuerto no son nuevos, pero han ido "en aumento" en los últimos años. El comité de empresa de Ilunion (CCOO) ha interpuesto más de una veintena de denuncias a la Inspección de Trabajo desde el año 2013, hasta el punto de que el organismo obligó a la concesionaria a realizar un informe de riesgos psicosociales, que constató la "sobrecarga" de trabajo que asumen los vigilantes de seguridad y que fue confirmado por un segundo informe, elaborado en 2015, ante la falta de adopción de medidas.
El estudio es contundente. En el documento, al que ha tenido acceso este periódico y que está fechado el 16 de noviembre de 2015, concluye que "queda constatado que la empresa Ilunion Seguridad respecto de sus trabajadores vigilantes en el centro de trabajo Aeropuerto de Granada viene adoptando decisiones y medidas organizativas en materia de tiempo de trabajo que están generando condiciones de exposición a factores de naturaleza psicosocial valorados como nocivos o muy elevados". El informe de la Inspección de Trabajo asegura que los riesgos derivan tanto de la ordenación y estructuración temporal de la actividad laboral, como de la autonomía y posibilidad individual del trabajador para gestionar y tomar decisiones sobre aspectos de la estructuración temporal de la actividad como sobre cuestiones de procedimiento y organización.
María del Carmen López y Francisco Pérez, miembros del comité de empresa de Ilunion y trabajadores de vigilancia del aeropuerto, aseguran que ya han puesto en conocimiento de todos los implicados en la seguridad de una instalación "crítica" como el aeropuerto la situación de la plantilla, poniéndose en contacto con la Subdelegación del Gobierno, con Aena, con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, aunque "nadie" se hace responsable y se pasan la pelota de una administración a otra. "Hemos acudido a todas las administraciones y todas nos están fallando", asegura Pérez. Y el caso es que, según los trabajadores, la situación es "cada vez peor", sobre todo teniendo en cuenta que las cifras de pasajeros del aeropuerto han comenzado a aumentar de forma significativa en el último año. De hecho, a determinadas horas, cuando coinciden varios vuelos y apenas hay tres vigilantes de seguridad en el filtro, las colas son muy significativas. Según el comité de empresa, la plantilla de seguridad del aeropuerto cuenta ahora con 25 miembros, "un 30% menos" que antes de que empezaran los recortes de horarios. Y esto se produce en un contexto en el que "ha subido el número de pasajeros y cada vez hay más procedimientos de seguridad".
Los representantes de los trabajadores apuntan además que no les preocupa únicamente su situación laboral, sino también la seguridad del aeropuerto. "Cuando a una persona la sobrecargas no puede hacer bien su trabajo", indican desde el comité, apuntando que eso puede suponer un riesgo y que Aena es "responsable subsidiaria de los trabajadores y directa de la seguridad" del aeródromo. Por su parte, fuentes de Aena explicaron ayer que la empresa "no interviene en la gestión de personal de sus concesionarias, recordando que en el aeropuerto también hay presencia de efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en casos de emergencia y que las inspecciones realizadas por Aesa nunca han puesto de manifiesto ningún problema de seguridad. Además, sobre las colas, aseguran que las mediciones de tiempo de espera no superan los diez minutos de media, y que las colas se producen sólo en "momentos puntuales".
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