Empezarán a trabajar el lunes y de los trece empleados actuales, uno se queda fuera del nuevo contrato puente y otro entra a jornada parcial
Esta mañana están citados en las oficinas de Prosetecnisa en Gijón para recoger la ropa de trabajo y realizar algunos trámites, pero sólo acudirán doce de los trece vigilantes que hasta ahora daban cobertura al Área Sanitaria III. El hecho de que el contrato sea por un máximo de 58 días y no por un año hace que sean necesarios menos trabajadores, según las explicaciones que el delegado de la empresa, Mario Alonso, les dio ayer en una reunión en el San Agustín.
Será el trabajador de menos antigüedad el que se irá al paro, aunque habrá un segundo damnificado: otro vigilante que sólo será contratado por una jornada del 34%. La decisión no fue compartida por los vigilantes, cuyos representantes sindicales consideran que la empresa entrante debería asumir a todos los trabajadores y, aunque aún es prematuro, ya piensan en la posibilidad de interponer una demanda. «Yo subrogo lo que me contratan, no lo que había en la empresa anterior», explicó Alonso. Con todo, el encuentro de ayer entre las partes fue tranquilo y no hubo enfrentamientos. De hecho, los vigilantes solo tomaron la palabra para decir que «lo único que queremos es subrogar y empezar a trabajar». El ambiente era tenso porque la relación entre Alonso y los vigilantes del hospital es conflictiva, pero ayer se guardaron las formas y no pasó de ser una mera formalidad.
Los conflictos Alonso insistió en que los días de Nochevieja y Año Nuevo, cuando su empresa prestó servicio en el hospital, los trabajadores estaban de baja laboral y no de huelga, por lo que la situación era legal, y recriminó el incidente ocurrido esa noche entre los empleados de Seguridad Empresarial Navarra y los de Prosetecnisa. «Es inadmisible que unos vigilantes increpen a otros que están atendiendo una petición de la dirección del hospital», comentó, tras afirmar que su empresa «nunca ha sustituido huelguistas». Otro de los asuntos abordados ayer fue el proceso del contrato de emergencia abierto en el mes de diciembre, en el que se adjudicó a Prosetecnisa la vigilancia de varios hospitales, museos y otros centros tras la quiebra de SEN, que prestaba el servicio en ese momento, y al que terminó renunciando. «No iba a entrar con los trece trabajadores de baja, no sólo por motivos económicos, sino porque considero que era un boicot», remarcó.
A partir de hoy comenzarán los trámites para dar de alta a los doce trabajadores en la Seguridad Social. Nueve de ellos trabajarán en el San Agustín y los centros de salud, otros dos formarán una patrulla mientras el restante se ocupará de la Unidad de Tratamiento de Toxicomanías. El servicio comenzará a prestarse en la medianoche del domingo al lunes, y durará hasta que entre el vigor el contrato ordinario, que según los cálculos del Principado debería estar adjudicado antes del 18 de abril. Los vigilantes volverán por fin al trabajo, y a comienzos de abril recibirán una pequeña pero esperada nómina.
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