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14 de noviembre de 2014

El BBVA propone "modernizar" los despidos: que el propio trabajador pague parte de su indemnización

El responsable de Economías Desarrolladas de la entidad plantea la creación de una "mochila indemnizatoria": que cada empleado reserve un 2% de su salario anual para una eventual destitución o bien para cobrar en el momento de su jubilación.

BBVA Research quiere favorecer la contratación indefinida y modernizar el sistema indemnizatorio y para ello plantea que en los nuevos contratos parte de la indemnización por despido sea en salario diferido. Así lo ha expresado en rueda de prensa, el economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech, quien ha explicado que esta propuesta, recogida en el informe"Observatorio Económico España sobre el mercado laboral", sería obligatoria para los nuevos contratos y voluntaria para los que ya trabajan.

El servicio de estudios de BBVA ha defendido un sistema mixto en el que parte de la indemnización por finalización de contrato dependa de la antigüedad del trabajador en la empresa y otra de una cuenta de ahorro individual. Los nuevos contratos dispondrían de una cuenta de ahorro personal, que vendría a ser "una mochila" o fondo de capitalización para sufragar parte de la indemnización por despido.

Salario diferido De esta forma, los nuevos contratos dispondrían de una cuenta de ahorro personal, que vendría a ser "una mochila" o fondo de capitalización para sufragar parte de la indemnización por despido y que se iría nutriendo de aportaciones periódicas por un importe equivalente a 8 días de salario por año trabajado, lo que supone un tipo de cotización estable del 2,19 % del salario bruto anual. Doménech ha afirmado que esta "mochila", a la que se accedería en caso de despido o jubilación, aumentaría el porcentaje de indefinidos, mejoraría la productividad, los salarios medios, el consumo privado, la inversión de las empresas y la productividad.

A la pregunta de quién controlaría la "mochila", Doménech se ha decantado porque sea laSeguridad Social la que gestione el fondo de capitalización, al tiempo que ha descartado que la propuesta suponga un abaratamiento del despido. Ha reiterado que la medida sólo genera "certidumbre" y hace "explícita" la indemnización. Según Doménech, esta propuesta reduce la "incertidumbre" que afecta a la contratación indefinida, permite que la empresa y el trabajador internalicen el coste del despido y facilita la planificación financiera de las empresas ante la contingencia de que se produzca un despido. En caso de que el trabajador no sea despedido, podría recuperar la "mochila" en su jubilación. Según el servicio de estudios de BBVA, la modificación del sistema indemnizatorio podría tener efectos favorables sobre la negociación colectiva y "además la cuenta individual supondría una repercusión positiva para las empresas, los trabajadores y el ahorro nacional".

Según la propuesta, las indemnizaciones en caso de despido procedente serían de cero días si la antigüedad del trabajador es de un año o menos; 4 días de salario por año trabajado, si la antigüedad es de 2 años; de 8 días si es de 3 y de 12 si es de 4 años o más. Pero si el trabajador recupera además el fondo que ha ido nutriendo, la indemnización final por despido sería de 8 días si es despedido el primer año, 12 en el segundo, 16 en el tercero y 20, con cuatro añoso ó más.

Cuando el despido es improcedente, el coste sería de 4 días de salario por año trabajado el primer día, aumentado en 3 días con cada año de antigüedad en la empresa. Cuando el despido es improcedente, el coste sería de 4 días de salario por año trabajado el primer día, aumentado en 3 días con cada año de antigüedad en la empresa hasta un máximo de 25. Así, la indemnización total alcanzaría al menos los 33 días por año trabajado para los empleados con una antigüedad de 8 años o más. Finalmente, el informe también destaca que si bien la reforma laboral de 2012 ha corregido muchas de las "deficiencias endémicas" del mercado de trabajo en España, "la situación actual requiere de medidas adicionales". Se trata, resalta el informe de BBVA Research, de favorecer la contratación estable y a los colectivos con mayores dificultades de inserción laboral. De hecho, dice, "el fondo de capitalización facilitaría la planificación financiera de las empresas, el ahorro de los trabajadores y el nivel de renta de los futuros pensionistas, subraya el texto".

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