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Los Vigilantes de Seguridad llevaban observando como una mujer merodeaba los por alrededores en el exterior del Palacio de Justicia de Oviedo. Algunos recuerdan que presentaba un estado de gran excitación y estaba gritando alterada. A las once de la mañana se acercó a los Vigilantes de Seguridad en el control de accesos y les exigió que la dejaran ver a un Juez, amenazando con quemarse a lo bonzo si no lo conseguía.
Los Vigilantes de Seguridad percibieron el fuerte olor a gasolina que desprendía por lo que mientras algunos compañeros alertaban a la Policía Nacional, otros comenzaron a hablar con la mujer para tratar de tranquilizarla, lo que finalmente lograron tras varios minutos de conversación. Llegados los efectivos de la Policía Nacional, la auxiliaron y la trasladaron a un centro de salud cercano para que recibiera atención médica.
La mujer portaba una bolsa en la que tenía ropa empapada en gasolina y varios mecheros, según informan fuentes conocedoras del caso. Tiene antecedentes por problemas psiquiátricos y había advertido a sus padres de las intenciones de quemarse a lo bonzo. Los padres se personaron en el lugar de los hechos en el momento en que fueron avisados. Según fuentes del caso, la mujer tenía problemas con su vivienda y decía que con tanto trabajo no podía atender a su hijo. Reclamaba ayuda judicial.
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