Una madre y su hijo, condenados a un año de prisión por robar en un supermercado valiéndose de sillas de discapacitados y carritos de bebé
Un mismo centro comercial en la ciudad, una supuesta discapacidad y una falsa maternidad como modus operandi y un objetivo único: el robo con la "intención de obtener un beneficio económico". Así lo explicaba en la sentencia condenatoria emitida por la magistrada del Juzgado de lo Penal 2 de Vigo, quien condena a los dos acusados –madre e hijo– a penas de un año de prisión por un delito de hurto. Se llevaron de un gran supermercado de la ciudad un ordenador valorado en cerca de 900 euros tras ocultarlo en la silla de ruedas que la mujer empleaba para desplazarse. Fueron las cámaras de seguridad de las instalaciones y la declaración del vigilante de seguridad las que actuaron como "pruebas de cargo" en este caso y tumba la versión "exculpatoria" ofrecida por la mujer –el hijo no se presentó a la vista ora– durante el juicio.
El dispositivo de vigilancia "destapó" los diversos robos que pudieran haber acometido en el establecimiento comercial. En una ocasión un vehículo Mercedes se escapó de la gasolinera del complejo sin abonar el combustible. Tiempo después una mujer era sorprendida saliendo a pie del supermercado con un carrito "vacío" de bebé detectado por el sistema de alarmas. Era la misma que iba en aquel coche. Y los vigilantes de seguridad descubrieron que esa persona era también la que, acompañada por un hijo, había supuestamente sustraído un ordenador unos meses antes en el mismo centro. En aquella ocasión, la mujer se desplazaba en silla de ruedas y, supuestamente, guardó el portátil entre sus ropas. "La acusada se reconoce en las imágenes [...], contamos con los fotogramas aportados en autos, donde se observa como en la zona de ordenadores, C. V. Á. coge un objeto y se lo entrega a su madre; los vigilantes observaban la araña protectora rota en el lugar donde ambos hacen algo y posteriormente el objeto no fue abonado", incide la juez en su fallo. Además de la pena de prisión impuesta, la magistrada dispone una indemnización en concepto de responsabilidad civil al establecimiento la cantidad de 898, 99 euros. La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Pontevedra.
La acusada había mantenido su inocencia frente a la juez el pasado 14 de noviembre. "Ni yo ni mi hijo sustrajimos ningún portátil; yo estoy en la cárcel por pegar a mi pareja delante del juez porque me maltrataba desde hace años, pero para robar no sirvo", declaró ante la magistrada. Tanto madre como hijo se enfrentaban a penas ligeramente superiores, 16 meses de prisión, por este delito de hurto a calificación del Ministerio Fiscal. Por su parte, sus respectivas defensas habían solicitado su libre absolución.
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