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El Fiscal Superior de La Rioja, Enrique Stern Briones, ha afirmado recientemente que "será muy difícil" que se recurra a los escoltas privados para casos de violencia machista porque el presupuesto sería "exageradamente caro". Stern se ha referido a la petición de las asociaciones de escoltas privadas para que, una vez que ETA ha declarado el cese definitivo de su actividad armada, las personas que protegían a víctimas del terrorismo pasen a escoltar a víctimas de la violencia machista. "Lo que la Administración estaría dispuesta a pagar ni siquiera cubriría los costes de mantenimiento". Según ha dicho, podría ser una solución para casos "realmente graves", pero como medida general supondría "mucho gasto" para la Administración y ha precisado que, incluso el uso de funcionarios policías ya deriva en un costo "muy elevado".
Sobre los problemas para la ejecución de las penas en casos de violencia machista, Stern se ha referido en concreto a la colocación de GPS a los condenados por este delito y ha indicado que "no ha resultado tan efectivo como en principio se creía" y de hecho únicamente se han colocado cerca de setecientos cuando se pensaban colocar miles. Ha explicado que el GPS "ofrece más garantía subjetiva que efectiva de seguridad" porque el simple hecho de colocar este dispositivo "no disuade" de cometer un delito.
Tampoco resultan efectivas, en ocasiones, las medidas de alejamiento de kilómetros vía telemática porque, según ha indicado, "en un pueblo es imposible y en una ciudad grande es inoperante, porque el sujeto puede delinquir sin darse cuenta". Lo mismo ocurre, según ha añadido, con las medidas de alejamiento por metros porque para cuando exista una situación de alarma, el individuo ya se encuentra en presencia de la víctima. Para este fiscal, la solución sería la adopción de "medidas extrapenales", dejando la cárcel como última opción, e incidir en la educación en la escuela.
Tampoco resultan efectivas, en ocasiones, las medidas de alejamiento de kilómetros vía telemática porque, según ha indicado, "en un pueblo es imposible y en una ciudad grande es inoperante, porque el sujeto puede delinquir sin darse cuenta". Lo mismo ocurre, según ha añadido, con las medidas de alejamiento por metros porque para cuando exista una situación de alarma, el individuo ya se encuentra en presencia de la víctima. Para este fiscal, la solución sería la adopción de "medidas extrapenales", dejando la cárcel como última opción, e incidir en la educación en la escuela.
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