Mossos identifica, tras semanas de investigación, a los dos presuntos autores. Los hechos ocurrieron en septiembre y la empresa ha reforzado la seguridad de sus instalaciones.
La madrugada del domingo 3 de septiembre, dos personas accedieron al Port Esportiu de Tarragona y de allí entraron a la zona de amarres (saltando la valla perimetral) que gestiona el Nàutic de Tarragona. Tras asegurarse de que no había nadie cerca, empezaron a mirar barcos potencialmente interesantes para robar sus pertenencias y llevarse su botín. Llegaron a forzar media docena de embarcaciones atracadas sin ser descubiertos por los vigilantes de seguridad y de ellas extrajeron electrodomésticos pequeños, aparatos electrónicos, objetos de valor y sentimentales, han reconocido fuentes de Mossos d’Esquadra al ‘Diari’.
Los hechos se conocieron en los días posteriores cuando los propietarios de las embarcaciones vieron que estaban forzadas y que habían desaparecido cosas. Avisaron a la gerencia del Nàutic y estos a Mossos d’Esquadra, que se personaron en la zona de amarres para iniciar la investigación de estos robos con fuerza. Los ladrones actuaron de forma sigilosa y fueron haciendo viajes con lo que se llevaban hacia un vehículo para poder transportar lo que robaban fuera del Port Esportiu. Los vigilantes de seguridad que tiene contratados la empresa que gestiona la instalación localizaron algunos objetos más tarde (del día del robo) que no encajaban en el lugar que descubrieron y que recogieron a la espera de poder devolverlos a sus propietarios. Se sospecha que las prisas por cargar y marcharse del lugar impidió volver para coger lo que les caía por el camino.
Cámaras de seguridad Mossos tuvo acceso a las imágenes de las cámaras de seguridad y retrocediendo el vídeo hasta la madrugada del domingo 3 de septiembre vieron la silueta de dos hombres que entraban en la zona de amarres y sacaban objetos de los barcos. La gerencia grabó las imágenes para los investigadores y fue recabando información por si llegaban más quejas o denuncias de titulares de barcos. El Nàutic tiene 411 amarres y en estos últimos meses del año están ocupados casi en su totalidad, admite Farré. Los asaltantes pudieron mirar y remirar y actuar en aquellos barcos más fáciles de forzar.
A medida que pasaron los días, Mossos siguió recabando información. Las pruebas señalaron la identidad de los dos presuntos autores: dos jóvenes vecinos de Tarragona de 20 y 21 años de edad con numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio. Con la información, se procedió a ir en su búsqueda para detenerlos. Mossos arrestó a los dos sospechosos y los pasó a disposición judicial. Actualmente, son dos personas investigadas (anteriormente llamadas imputadas) de seis delitos de robo con fuerza y de receptación (intentar o colocar los objetos robados en el mercado negro). Ambos están en libertad con cargos a la espera de la celebración del juicio. Mossos ha cerrado la investigación del caso. A raíz del robo en las embarcaciones, el Nàutic decidió aumentar la seguridad en la zona. Farré explica que se ha ampliado el número de cámaras para poder mejorar la identificación de sospechosos y también se ha reforzado la seguridad privada en el recinto.
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