Los ladrones accedieron a las instalaciones por la parte posterior después de realizar un butrón en una de las paredes.
Lo tenían todo preparado. Habían acudido en plena noche, sobre las dos de la madrugada de ayer. Vieron una furgoneta aparcada en el exterior de las dos naves que una empresa tiene en la rúa Cobre del polígono de Bértoa. Accedieron a las instalaciones por la parte posterior después de realizar un butrón en una de las paredes.
Una vez dentro, abrieron las puertas de la nave y cogieron las llaves de la furgoneta y la metieron dentro. Allí pudieron actuar con total tranquilidad. Retiraron las herramientas almacenadas en el vehículo y los cacos comenzaron a colocar gran cantidad de material de gran valor, unos 40.000 euros, según apuntaron ayer en la empresa afectada. Una vez finalizada la operación, los delincuentes abrieron el portalón y salieron hacia el exterior, pero el ruido causado alertó a un vigilante y para evitar ser descubiertos optaron por abandonar el vehículo a su suerte.
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