«Es preocupante la seguridad de esta sede, teniendo en cuenta la reducción que se ha producido en la dotación de los miembros de seguridad privada». Se han visto obligados a reclamar refuerzos. Su presidente reivindica reforzar la seguridad básica, ya que los temas tratados en esta sede hace que se vivan situaciones de alta tensión con altercados.
El órgano judicial denuncia el mal estado de sus instalaciones, sobre todo en Ferraz, donde la falta de espacio dificulta la labor de los profesionales. Hablan de mala higiene e inseguridad
Los magistrados del edificio de la Audiencia Provincial en la calle Ferraz, donde se instalan las salas de lo Civil, no tienen despachos individuales. Se agrupan de tres en tres. Y con la llegada de refuerzos de plantilla en el último año se han visto obligados a desarrollar sus labores en sus domicilios particulares, llevándose a sus casas los expedientes judiciales, que llegan a alcanzar varios miles de folios cada uno. Y lo hacen en sus vehículos particulares en muchas ocasiones o en transporte público.
Existe un servicio de reparto de expedientes a domicilio, pero que solo efectúa entregas y recogidas una vez por semana. Así que la solución para no ralentizar la justicia madrileña pasa por cargar con estos voluminosos expedientes en mano, con los riesgos que ello entraña de pérdida o deterioro. Esta situación es la que describe la Audiencia Provincial en su Memoria Anual de 2013 y que este pasado martes fue presentada por su presidente, Eduardo de Porres, en la sede que se ubica en la calle Santiago de Compostela. «Los edificios judiciales tienen problemas de acceso, de espacio, de seguridad y de higiene», señala el documento. La memoria señala que el edificio de la calle Ferraz estaba adaptado a viviendas y se adaptó al uso de oficinas, de ahí sus limitaciones.
Pintadas por cámaras que no funcionan En cuanto a la sede de la calle Santiago de Compostela pone el acento en la suciedad que se acumula en sus cristaleras, escaleras sucias, suelos estropeados, ventanas y cortinas rotas, problemas de climatización y deficiencias en elementos de seguridad. Entre las carencias destacan cámaras de seguridad que no funcionan, falta de iluminación nocturna, puertas de emergencia averiadas, interfonos de barrera estropeadas y humedades. Para plasmar lo que ello conlleva ponen como ejemplo uno de los últimos incidentes: la aparición de pintadas en la escalera de acceso al edificio o que apareciera aparcado un coche en la zona de seguridad, teniendo que activar un dispositivo de emergencia para el control de explosivos.
«Es preocupante la seguridad de esta sede, teniendo en cuenta la reducción que se ha producido en la dotación de los miembros de seguridad privada». Se han visto obligados a reclamar refuerzos. Su presidente reivindica reforzar la seguridad básica, ya que los temas tratados en esta sede hace que se vivan situaciones de alta tensión con altercados.
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