Vigilantes nocturnos, serenos, vigilantes del entorno, cuidadores de barrios...
los ayuntamientos no para de experimentar fórmulas para complementar de una forma económica las labores propias de la policía municipal, al margen de los establecido en la ley de seguridad privada.
El último consistorio en saltar a la palestra ha sido el ayuntamiento de Oviedo. Según cuenta el digital elcomercio.es, el equipo de gobierno local ya tiene sobre la mesa cuánto costará poner el año que viene en la calle el servicio de doce serenos de 23 a 7 horas todo el año en cinco barrios: 392.000 euros. Así lo estima el estudio de implantación que Asata (Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social) acaba de terminar tras encuestar a 538 comerciantes de la ciudad, sobre todo hosteleros. También hay una propuesta de precio: 15 euros para los establecimientos y dos por cada vecino. La estimación es optimista. En el año 2020, el coste se elevaría solamente 8.000 euros, pero contaría con clientes que lo apoyarían: 254 comercios y 212 vecinos. Para 2021, el presupuesto ascendería hasta los 408.000 euros con 630 tiendas y 512 residentes apuntados.
Los 'cuidadores de barrio', como los llama el equipo de gobierno, tendrán funciones diversas. Prestarán, entre otros, los siguientes servicios a cinco grupos: ciudadanos (acompañamiento o auxilio, ayuda para salvar barreras arquitectónicas, atención a indigentes y el cuidado de coches aparcados), comercios (vigilancia y avisos de urgencia en caso de desperfectos), turistas (orientación e información), comunidades (revisión y desalojo de portales, acompañamientos o bajada de basura para ancianos) y servicios públicos (colaboración con Policía y Emergencias y revisión del mobiliario y del alumbrado público). Los redactores quieren dejar claro que, aunque el objetivo es aumentar el «bienestar social» y el sereno es una «figura entrañable», no sustituye en ningún caso a ningún policía, y que puede estimular la aparición de competencia en el terreno de la seguridad privada. Además, la dificultad en obtener financiación para el proyecto lo complica.
La preselección de quién será sereno la llevará a cabo el Servicio de Empleo municipal en base a criterios sociales y aptitud. Se priorizarán para optar a este puesto, para el que no se requiere especial cualificación, a personas en situación ininterrumpida de paro duramente al menos un año, perceptores del salario social básico o rentas de emergencia, mayores de 45 años, inmigrantes, mujeres de familias monoparentales, inmigrantes o jóvenes sin estudios. Tras pasar una prueba de selección, los serenos afrontarán un curso de formación de 150 horas, con prácticas.
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