Una trabajadora de una de las que se conoce como “grandes superficies” fue despedida al día siguiente de solicitar por escrito la reducción voluntaria de jornada.
Pero el asunto no acabó como siempre sino de una forma muy diferente y quizá no como la empresa esperaba. La trabajadora solicitó su reducción voluntaria de jornada por escrito y no solo verbalmente. Esto fue fundamental en este caso porque permitió relacionar el hecho del despido con el hecho de la solicitud.
Pero el asunto no acabó como siempre sino de una forma muy diferente y quizá no como la empresa esperaba. La trabajadora solicitó su reducción voluntaria de jornada por escrito y no solo verbalmente. Esto fue fundamental en este caso porque permitió relacionar el hecho del despido con el hecho de la solicitud.
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