La Fiscalía solicita 10 años y medio de cárcel para un hombre acusado de dos intentos de asesinato al haber disparado a un vigilante de seguridad en el cuello y al intentarlo con otro joven, sin que resultase herido, porque el arma se encasquilló, durante una pelea fuera de una discoteca en Barcelona.
En la sección sexta de la Audiencia de Barcelona, se ha iniciado hoy el juicio contra el hombre acusado de dos delitos de tentativa de asesinato, de origen dominicano y de 30 años, y contra su novia, también dominicana y de 22 años, acusada de un delito de lesiones por haber arañado en la cara a una de las víctimas durante la pelea que se produjo en el exterior de una discoteca cerca de la plaza Urquinaona de Barcelona. Los hechos ocurrieron la madrugada del 25 de diciembre de 2016 en el cierre del local de fiesta al que habían asistido los dos grupos que acabaron enfrentándose en la calle.
Según ha relatado hoy una de las víctimas, la pelea comenzó cuando el grupo, que acompañaba al acusado, le empezó a insultar y de manera repentina el imputado sacó una pistola y disparó a escasos centímetros de la frente de una de las víctimas sin que llegase a herirle porque el arma se encasquilló y cayó al suelo. En ese momento, se inició una pelea entre el grupo de la víctima y el del acusado en el que el joven también fue agredido por la pareja sentimental del imputado cuando se le subió a la espalda y empezó a arañarle en la cara.
Los vigilantes de seguridad de la discoteca, que se encontraban en el exterior y que presenciaron parte de la pelea, se acercaron al lugar de los hechos, separaron a los jóvenes enfrentados y condujeron al grupo del acusado hacia la parada de metro de la plaza Urquinaona de Barcelona. Según han relatado hoy los vigilantes de seguridad que le acompañaron, antes de llegar a la estación, el acusado salió corriendo hacía el lugar de la pelea y disparó hacia el grupo dos veces, alcanzando en el cuello a uno de los vigilantes de seguridad que les custodiaba.
La víctima del disparo en el cuello reconoció en su momento al acusado como el autor del disparo y hoy ha afirmado que ha recibido presiones para inculpar a uno de los amigos del acusado, que se encontraba en la pelea y falleció el año pasado. Los testigos que estuvieron presentes en la pelea y que hoy han comparecido en el primer día del juicio han reconocido al acusado como el autor de todos los disparos aunque algunos han tenido dificultades debido a su cambio de aspecto. El gerente de la discoteca en cuyo exterior ocurrieron los hechos ha afirmado que, tras conocer el incidente, llamó a los Mossos d'Esquadra que se personaron en el local y se llevaron las imágenes de las cámaras de seguridad.
En abril de 2017, los mossos registraron el domicilio donde residían los dos acusados y encontraron una caja para guardar una pistola, sin que encontraran el arma que supuestamente utilizó para disparar a las víctimas, además de seis cartuchos detonadores y munición de fogueo. Por todo ello, la fiscal imputa al acusado dos delitos de asesinato en grado de tentativa, por los que le solicita 9 años de cárcel, y un delito de tenencia ilícita de armas, por el que pide una pena de 1 año y medio de prisión.
La Fiscalía solicita para la acusada una pena de multa de 1.080 euros por las lesiones causadas a una de las víctimas, sin que esta reclame una indemnización por los arañazos sufridos en la cara. El acusado, que no ha declarado en el primer día del juicio, se encuentra en prisión provisional desde que se efectuó el registro en su domicilio. EFE
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