«Cerrado por razones técnicas», así anunciaba un cartel ayer domingo en la puerta del Museo Arqueológico de Sevilla, la imposibilidad de abrir sus instalaciones al público. Lo cierto es que este anuncio no se ciñe a la realidad: el edificio no se ha abierto por la falta de personal de seguridad.
Desde el año 2012 la Junta de Andalucía «se ha negado» –según informaron a ABC los empleados– a cumplir con el convenio colectivo de los trabajadores y no ha cubierto las vacaciones de éstos. El centro, como viene haciendo durante estos últimos años, ha exhortado a los funcionarios a que acudieran como voluntarios para poder abrir sus puertas. Los trabajadores lamentan que el periodo estival del museo, que antes abarcaba entre el 16 de junio y el 15 de septiembre, se haya reducido un mes: ahora comienza el 1 de julio y finaliza el 31 de agosto, provocando varias vacantes de manera simultánea.
La Consejería de Cultura «se comprometió cuando se aprobaron los cuadrantes de 2018 a compensarnos este embrollo cubriendo ellos las sustituciones estivales; algo que no han cumplido», afirmaron. El edificio, obra de Aníbal González, está abriendo parcialmente casi a diario durante este mes de julio, ya que con el personal existente –3 vigilantes, pese a que el mínimo debe ser de ocho– sólo se pueden cubrir con garantíastres de las veintinueve salas, quedando clausurada, por ejemplo, la zona prehistórica donde se expone el tesoro del Carambolo. El personal, ante los reiterativos requerimientos para acudir como voluntariado, se ha negado porque después no perciben los días de descanso que les corresponden según su convenio.
Además de los vigilantes de seguridad, hay días con vacantes sin cubrir entre el personal de taquilla, dejando tal función sin un estricto control. Precisamente, esta circunstancia viene precedida porque existe un expendedorliberado sindical que no tiene sustituto. Ayer domingo, ABC pudo comprobar como existían, como mínimo, dos empleadas dentro del antiguo Pabellón de Bellas Artes, pese a que las instalaciones no estaban abiertas por «razones técnicas». Según aseguran, solo contaban con dos vigilantes de seguridad, por lo que es «imposible» cubrir con garantías las salas. La diputada autonómica del PP por Sevilla, Alicia Martínez, denunció que «la Junta está ocultando la realidad por su nefasta gestión y su política de recortes de personal, además de no prestarle atención a la cultura».
«Hay personas que acuden a su puesto de trabajo sin poder ejercerlo por la falta de planificación y deficiente gestión de la propia Junta, consideró Martínez. Vamos a reclamar un compromiso a la Junta y al Gobierno de Pedro Sánchez para recuperar el Museo Arqueológico de Sevilla». «La gestión por parte de la Consejería está siendo lamentable, principalmente por la nula apuesta por la promoción y difusión de la importante muestra que el museo alberga», señaló la parlamentaria.
No todos los fondos están a la vista, ABC, precisamente, informó hace unos días de que el citado museo tenía guardado en su almacén el busto romano del emperador Augusto hallado en 1955 por una familia sevillana. Tampoco hay que olvidar que el museo recibió en el pasado mes de mayo 791 piezas incautadas de expolios que incluían dos ajuares femeninos, uno fenicio y otro romano, que tampoco se han expuesto al público.
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