Dos individuos que hacían una gestión empezaron con insultos y uno de ellos lanzó un objeto contundente que impactó en la cara del trabajador
La rutina en la oficina de la Agencia Tributaria en Sagunt se vio ayer alterada cuando dos individuos, padre e hijo, que habían acudido a hacer unas gestiones empezaron a mostrarse «irrespetuosos» y a insultar a los técnicos que les atendían, actitud que pasó a las amenazas y a un intento de agresión, que acabó con uno de ellos lanzando un objeto contundente que impactó en la cara de uno de los funcionarios.
La rápida actuación del guardia de seguridad privada, que frenó la primera tentativa de ataque con una muleta, y la llegada pocos minutos después de una patrulla de la Policía Nacional impidieron que el incidente fuera más grave, aunque la escena generó un gran revuelo entre el resto de contribuyentes que poco antes de las 10 horas esperaba su turno, varios de los cuales trataron de salir precipitadamente de la oficina al ver el tono que alcanzaba la discusión. El agredido requirió atención sanitaria, ya que el objeto, empleado para marcar los mostradores que están cerrados a la atención al público, le produjo una herida en la nariz y un fuerte hematoma que se extendió también al pómulo. Con el parte de lesiones, el funcionario fue posteriormente a la comisaría de la Policía Nacional en Sagunt a presentar la denuncia.
Testigos del incidente relatan a Levante-EMV que «parece que les faltaba algún papel y eso les alteró». Pese a los intentos por calmar a estas dos personas, su tono fue en aumento hasta que uno de los dos, que se ayudaba con una muleta para moverse, intentó golpear con ella a uno de los funcionarios, pero el guardia de seguridad le frenó en el último momento. Después de ser desalojados de la oficina y de que la policía se hiciera cargo, los gritos e insultos no remitieron.
Según ha podido confirmar este rotativo, el agresor se enfrenta a un supuesto delito de atentado, ya que los funcionarios tienen la consideración de agentes de la autoridad cuando, como ocurre en este caso, sufren las lesiones mientras están prestando un servicio público. En cualquier caso y pese a que ayer mismo se identificó y tomó declaración al presunto agresor y su acompañante, incidentes de este tipo se suelen resolver con una «fuerte multa», aunque deberá ser el juzgado el que determine la pena, una vez que la policía le traslade las diligencias abiertas.
Frecuencia de los incidentes De cualquier forma y pese a la aparatosidad del incidente ocurrido ayer, desde la oficina de Hacienda en Sagunt apuntan que «es más o menos habitual que alguien se enfade cuando la gestión no le sale como esperaba e incluso también es frecuente que haya algún insulto o intento de agresión, de ahí que sea necesaria la contratación de seguridad privada».
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