Los atacantes lanzaron gritos como "os voy a matar" y "clávaselo, mátalos"
Un policía nacional que estaba fuera de servicio logró detener la tarde del martes a dos hombres cuando intentaban matar a dos vigilantes de seguridad en la estación de Cercanías de Villaverde Alto. Los atacantes, de 17 y 18 años, esgrimían un cuchillo de 23 centímetros de largo y se dirigieron a ambos vigilantes al grito de “os voy a matar” y “clávaselo, mátalos”.
Los incidentes comenzaron alrededor de las cinco de la tarde, cuando los vigilantes de seguridad vieron cómo un varón y una mujer se saltaban los tornos de salida de la estación. Los empleados intentaron identificarlos, pero se inició entonces una pelea entre ambos hasta que lograron sacarlo del vestíbulo de la estación. “Os vais a enterar. Voy a volver. En un rato me tenéis aquí y vamos a ver quién gana”, les soltó el hombre. Al poco tiempo, regresó la pareja acompañada del menor. Los dos hombres empezaron a increpar y a amenazar a los vigilantes: “Venid ahora que os vamos a matar”, según fuentes policiales. En ese momento, el menor sacó un cuchillo de grandes dimensiones y se dirigió hacia los vigilantes. Les lanzó varias cuchilladas, lo que hizo retroceder a los empleados. Estos pidieron ayuda a través de su emisora ante la gravedad de los riesgos y al correr peligro sus vidas, según fuentes policiales.
Bajo los matorrales El policía fuera de servicio vio correr a los dos vigilantes por la estación para huir y refugiarse, por lo que se ofreció a prestarles ayuda. Al final, los tres consiguieron retener a los dos atacantes y a la mujer. El agente pertenece a la Brigada Móvil, que precisamente se encarga de la seguridad en el transporte público. Varios testigos explicaron que el menor, que vestía una camiseta negra y pantalón vaquero, tiró el cuchillo entre unos arbustos. Este fue recuperado minutos después por uno de los policías que acudió a la llamada de aviso.
Los policías cachearon a los dos atacantes en el lugar y no hallaron ninguna otra arma. Eso sí, tras comparecer en comisaría se les incautó entre sus ropas un trozo de sustancia estupefaciente de color marrón, que podría ser hachís. Por este motivo, también se les incoó la correspondiente acta de infracción administrativa. Esta suele llevar aparejadas multas que oscilan entre los 300 y los 600 euros.
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