Conductos de aire acondicionado para entrar, butrones, alarmas, uso de dinamita... así han sido estos ocho golpes
Sólo en el pasado año se registraron en Granada 648 robos con fuerza, asaltos a establecimientos, porque si se tienen en cuenta los efectuados en domicilios la cantidad ascendería a un total de 1.899.
La mayoría de golpes, salvo los efectuados en viviendas, se dirigen contra bares o comercios principalmente, pero los hay que destacan por el botín conseguido, por el 'modus operandi' empleado o por la complejidad para llegar al sitio donde se guarda el dinero. Este reportaje muestra una selección de los ochos golpes más 'populares' registrados en la geografía granadina en la última década. La mayoría de sus autores han pasado o siguen en prisión. Ahora sólo falta 'cazar' a los autores del último gran robo.
Atravesaron tres locales para llegar a la Caja Rural La sucursal de empresas de la Caja Rural en el Polígono de Juncaril tiene una caja fuerte acorazada que se convirtió en objetivo de unos ladrones el 27 de febrero de 2017. Para llegar a la misma dejaron un reguero de destrozos importante. Los ladrones idearon todo un recorrido espectacular para entrar en la entidad de crédito a través de otros locales. Los malhechores atravesaron tres habitáculos antes de llegar a la caja fuerte. Primero, entraron por el techo de un local vacío. Al mismo pudieron entrar colándose por los conductos del aire acondicionado que unen el suelo de un garaje con la parte superior de este local que hace unos años fue sede de una sucursal del Banco Popular y en aquel entonces estaba vacío. Una vez dentro, comenzaron a golpear con una maza de hierro la pared de una asesoría -Ruiz y Sancho. No sólo eso. Los ladrones se vieron obligados a hacer músculo en este local porque necesitaron otro butrón para acceder al establecimiento previo que lindaba con el banco. Un butrón para entrar y otro para salir. Llegaron a un local utilizado de almacén donde se apilaban varias estanterías de hierro con documentos. Los cacos aún no habían terminado su «trabajo», volvieron a sacar la maza de hierro porque aún le quedaba la pared del banco. Para entrar hicieron dos butrones en sitios distintos. Una vez en el banco, no pudieron reventar la caja.
Cajeros automáticos reventados con dinamita La Policía Nacional y la Guardia Civil desarticularon en Málaga una banda dedicada a reventar cajeros automáticos con explosivos que actuaban tanto en la provincia malacitana como en la de Granada. Los detenidos son cinco personas, cuatro afincadas en Málaga y una en Madrid, y se les imputaron doce robos, cuatro de los cuales se registraron en Ogíjares, Polígono de Juncaril (Albolote), Mercagranada y La Herradura, siete en Málaga y uno en Madrid. Los servicios de las policías judiciales de la Guardia Civil y la Policía Nacional de Granada pasaron exhaustivos informes a los investigadores malacitanos sobre el «modus operandi» que solían presuntamente emplear, que en los tres primeros robos coincidían por lo general: usaban explosivos sólidos, elegían cajeros de BMN -salvo en el robo de Juncaril, donde asaltaron una oficina del Banco de Santander- ubicados en polígonos industriales y siempre próximos a una salida rápida por la autovía. Para perpetrar los robos empleaban dos modalidades distintas: la primera consistía en usar una mezcla de gases inflamables y en la segunda optaban por elementos explosivos como la dinamita. Al menos, tres de los cuatro asaltos registrados en Granada se efectuaron con explosivos sólidos. Los hechos son del año 2015.
Huellas en el robo de las cuatro tiendas de Carrefour Uno de los mayores robos registrados en los últimos diez años en Granada ha sido el de las cuatro tiendas de telefonía móvil ubicadas en el centro comercial Carrefour de la Carretera de Armilla. Los ladrones se llevaron cien mil euros en dispositivos móviles, pero dejaron pistas. Los investigadores han encontrado huellas, ahora hace falta saber si son de los asaltantes o de otras personas ajenas a estos robos. Los cacos tardaron sólo tres minutos en desvalijar las cuatro tiendas asaltadas la pasada madrugada del lunes 23 de julio sobre las 3.30 horas. Policía Nacional mantiene ahora mismo todas las hipótesis abiertas sobre las posibilidades de que se trate de un grupo de asaltantes que se mueva por distintas provincias o si se trata de delincuentes afincados en Granada. La ciudad de Sevilla y el municipio cordobés de Lucena sufrieron robos en tiendas de telefonía hace pocas semanas con el mismo 'modus operandi': los ladrones rompían las cristaleras de las tiendas con mazas de hierro para llevarse los dispositivos de las vitrinas y de las trastiendas de estos comercios. El ruido de las alarmas no ahuyentó a los cuatro encapuchados que entraron a robar a estas cuatro tiendas. La policia trabaja duro para tratar de identificarlos y localizarlos
Media noche para forzar una caja fuerte que estaba abierta Las cámaras de seguridad de la empresa SCOA detectan la entrada por el tejado de tres individuos sobre las 21.17 horas del 23 de febrero de este año. Rompen un trozo de uralita y se deslizan por el techo. Más tarde se les ve arrastrándose por el suelo para evitar que la alarma salte. Uno de ellos lleva un hacha a la espalda para ir rompiendo las placas de madera de los falsos techos que separan una planta de otra. Los cacos van buscando la caja fuerte de una empresa que factura a toda España, con una plantilla de 45 trabajadores en Granada repartidos en una nave de 8.000 metros cuadrados. Los ladrones practican doce agujeros en paredes y falsos techos. Tres de ellos son butrones para llegar a la caja fuerte de la empresa. Antes de lograrlo, salta la alarma sobre las 21.30 horas. El dueño y un vigilante de seguridad del Polígono de Asegra se personaron en la empresa, otean por encima las naves donde se almacena todo el material de ferretería y tras no ver nada extraño, se marchan. Los ladrones seguían dentro en ese momento. Cuando todo vuelve a la calma, comienzan a trabajar para romper la parte trasera de la caja fuerte, a la que acceden desde una pared externa donde han practicado un butrón. Ahí pasan horas hasta que revientan la parte trasera de la caja, construida con hierro macizo. Una vez abierta, se dan cuenta de que la caja estaba abierta por la parte. No había dinero.
Una nave de El Corte Inglés y la sustracción de televisores Otro de los últimos robos a tener en cuenta fue el registrado en una nave de El Corte Inglés de Granada el 27 de agosto 2016. Los cacos conocían muy bien las instalaciones porque el robo fue muy fino. Los asaltantes fueron suficientemente precavidos para anular la alarma de la nave conectada a una central de El Corte Inglés en Madrid. Apenas tardaron tres minutos en forzar la cerradura de la puerta de entrada, meter una furgoneta dentro del almacén y cargar un buen número televisores de alta gama allí guardados. Los asaltantes iban con los rostros y cabezas tapadas con pasamontañas y las manos cubiertas con guantes para no dejar huellas. Los ladrones debían de saber muy bien donde se metían porque dentro de esa nave solía quedarse a dormir un vigilante hasta apenas tres meses antes de registrarse el robo y fueron muy cautos a la hora de cortar el cable de fibra óptica para eliminar la alarma. Los cacos no han logrado ser detenidos aún, aunque la investigación sigue abierta. La central de seguridad de El Corte Inglés detectó la desconexión de la alarmó ipso facto y apenas tardó segundos en avisar a la Guardia Civil de lo sucedido. La primera patrulla de agentes llegó en unos pocos minutos al lugar del asalto. La celeridad del robo fue tal que los ladrones abandonaron algunos televisores.
Un robo para llevarse 540 kilos de hachís de la 'guardería' La crisis económica ha disparado los robos de droga, popularmente conocidos como 'vuelcos', entre las bandas de narcotraficantes. La marihuana es la droga más cotizada, porque quien la roba se ahorra su cultivo, el hurto de luz y la posibilidad de que lo detengan por cultivo. Estos robos se han disparado en los últimos diez años y en alguno de ellos también se han contabilizado homicidios, como el registrado en La Zubia en mayo de 2014 con la muerte de El Nata. Guardia Civil logró detener a los dos acusados, uno sigue en prisión hoy en día. Pero uno de los golpes más sonados fue el perpetrado por una banda de narcos de Atarfe que robó una 'guardería' (lugar donde se esconde la droga) la nada desdeñable cantidad de 540 kilos de hachís. La investigación de Policía Nacional comenzó en las últimas semanas del año 2011. El punto de mira se había puesto en una organización que supuestamente compraba hachís en Marruecos y lo traía en grandes camiones con doble fondo, para almacenarlo en un cortijo de La Herradura. Desde ahí, lo distribuía a distintos compradores que a su vez lo ponían en la calle a través del pequeño tráfico. Lo más curioso es que durante el transcurso de esta investigación la Policía logró enterarse de que esta banda de narcotraficantes del litoral estaba a punto de cerrar una operación con otro presunto clan de narcotraficantes de Atarfe que les robó la droga.
Un sofisticado golpe en las oficinas del Granada C. F. Con el regreso del equipo de fútbol a Primera división todo el mundo estaba pendiente de las visitas a Los Cármenes de los dos grandes del fútbol español: Real Madrid y Barcelona. El 18 de octubre de 2011 fue el conjunto catalán el encargado de jugar ante el Granada. Aquel día todo transcurrió con normalidad, pero poco después se supo que se había producido el robo de la taquilla del encuentro, que ascendía a 131.010 euros. A partir de entonces se abrió una investigación que culminó en julio de 2014, cuando el Juzgado de lo Penal número 3 de Granada condenó al entonces jefe de seguridad de Gegsa, empresa municipal dependiente del Ayuntamiento que entonces gestionaba el estadio, a dos años de prisión que no tuvo que cumplir y absolvió a los otros dos acusados. El día del robo se produjo un apagón de las cámaras de seguridad y hubo una persona que pudo acceder al interior de las instalaciones gracias a una tarjeta magnética creada sin nombre, nunca se supo quién la utilizó y sí quién la creó. El grupo de Robos de Policía Nacional tenía localizados a los tres detenidos en su día a la hora del robo en las inmediaciones de Los Cármenes, gracias a las antenas de telefonía móvil cercanas. La alarma estuvo desconectada durante una hora esa noche, después la volvieron a conectar.
El último golpe a una joyería de un experto en alunizajes Hoy tiene 41 años. En 2014 fue detenido cinco veces en el mismo años, acusado siempre del robo a tiendas de telefonía móvil, joyerías y ópticas de la capital, con el mismo método: empotrando un vehículo contra el escaparate, un sistema conocido popularmente como alunizaje. Su último objetivo estaba en la calle San Antón, una joyería que casi hace esquina con Recogidas. A las cuatro de la madrugada, un turismo Opel Kadett se empotró contra el escaparate de la citada joyería. Primero le dio un golpe con la parte trasera del automóvil, después remató con un segundo impacto; lo suficiente para romper una parte del cristal blindado de este establecimiento, lo suficiente para meter la mano por el escaparate y llevarse el botín, lo suficiente para volver a dejar su sello por séptima vez en 2014, siete golpes y cinco detenciones. Desde entonces se le perdió la pista. Esperó el cierre de la discoteca Aliatar, a las tres y media de la madrugada, esperó que no hubiera movimiento en el aparcamiento subterráneo ubicado justo al lado de esta tienda y entonces actuó. No las tuvo todas consigo. La Policía Nacional se personó en el lugar dos minutos después de ser avisada por teléfono. La celeridad en personarse en el lugar permitió que se encontrara con el conductor cuando intentaba tomar Recogidas para darse a la fuga. Tras una persecución fue detenido y encerrado en prisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario