solo hay previstos cuatro vigilantes de los ocho necesarios, lo que implica que solo se abrirán tres de las veintinueve salas existentes quedando clausuradas.
El conflicto laboral que mantuvo el domingo cerrado el edificio sólo permitirá abrir al público cuatro áreas expositivas. El Museo Arqueológico de Sevilla continúa sin abrir al completo. Este domingo presentaba el cierre total de sus instalaciones por falta de vigilancia de seguridad que asegurara con garantías las salas. Los turistas y visitantes llegados al lugar se encontraron, sin previo aviso, que el antiguo Pabellón de Bellas Artes no tenía actividad al público, aunque los trabajadores se dejaran ver en el interior.
Este martes parece ser que volverá a abrirse de manera parcial, como viene produciéndose durante todo el mes de julio: solo hay previstos cuatro vigilantes de los ocho necesarios, lo que implica que solo se abrirán tres de las veintinueve salas existentes quedando clausuradas, por ejemplo, zonas de máximo interés como la prehistórica y la del tesoro del Carambolo, de la que afirman no tener capacidad de control para exponerla hasta que se produzca la reforma del museo, según aseguran los propios trabajadores del centro.
La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía afirmó a ABC que este martes se abrirá con normalidad, sin llegar a concretar el número de salas que lo harán. «El centro cuenta con una plantilla de trabajadores suficiente para garantizar su funcionamiento», señalaron desde la Administración. El año 2018 dejará un mal recuerdo en el Museo Arqueológico de Sevilla. El cierre de los parques de la ciudad, como prevención por las inclemencias meteorológicas y sus posteriores trabajos de saneamiento y revisión, perjudicó colateralmente a los museos del Parque de María Luisa. Éstos estuvieron sin abrir al público, pese a que los empleados permanecían dentro de las instalaciones, más de un mes. Ahora hay que sumarle a esta cadena de infortunios el cierre por falta de personal de vigilancia, quienes se niegan a tener que cubrir sus propias vacaciones como voluntarios tras la negativa de la Junta.
Otro de los problemas que están bloqueando la normal actividad del centro es la falta de taquilleros. Desde que uno de ellos fuese liberado por el sindicato su puesto no ha terminado de ser reemplazado con normalidad. Para el día de hoy no hay posibilidad de cubrir ese cometido con el personal encargado y tendrá que ser un auxiliar de instituciones quien se ocupe de las tareas de venta de entradas. Los vigilantes de los diferentes museos de la ciudad advierten que la Administración «sale triunfando» de esta discordia puesto que su
intención es acabar privatizando el gremio.
Sin dirección La directora del centro, Ana Navarro, quien se negó ayer a hacer declaraciones a ABC sobre el cierre parcial y completo de sus instalaciones, dejará su cargo en el mes de septiembre tras solicitar una excedencia, según recoge el BOJA. Además, desde este martes la citada directora entra en su periodo vacacional y como viene siendo tónica general en el museo, no tiene sustituto en el cargo; de hecho, lo único que reconoció a este medio es que «yo soy la encargada de responder a los correos y al teléfono durante el mes de agosto aunque esté de vacaciones».
El futuro director del museo deberá tratar, además de la polémica ya mencionada, el proyecto de rehabilitación que está siendo afectado por los constantes giros políticos en las administraciones. Cabe recordar que hace 25 años, el Museo de Bellas Artes se encontró con una problemática que, casualmente, era bastante similar: la dirección del centro decidió no abrir un domingo tras un desencuentro con los vigilantes de sala.
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