El nuevo guarda jurado de caza, con escudo identificativo y un curso de formación de 40 horas, vigilará las zonas cinegéticas privadas
Como un vigilante de discoteca pero en el coto de caza. De un modo similar actuarán los nuevos guardas jurados de caza, una nueva figura regulada ayer por la Generalitat que sustituye a los actuales guardas rurales y que cumple así con las exigencias de la nueva Ley de Seguridad Privada. El guarda jurado de caza se distinguirá por llevar un escudo en la vestimenta del vigilante —de forma similar al escudo del Barça, pero con los colores de la senyera, el nombre de la profesión y el dibujo de una perdiz—y por contar con una formación más amplia, especialmente respecto al conocimiento del territorio valenciano. Un curso de 40 horas, como mínimo, en diez materias distintas será obligatorio para acceder al título y su acreditación.
Su papel es inequívoco: ejercer «la policía y la vigilancia de la actividad cinegética» en los espacios de caza en los que prestan su servicio. Allí «harán cumplir la vigente legislación en la materia y denunciarán cuantas infracciones lleguen a su conocimiento». Entre sus funciones se estipula que informe y trate de evitar las posibles infracciones, que informe de los daños a la agricultura y a la fauna, que realice controles de poblaciones por motivos de gestión, que dé cuenta de las capturas, que comunique la presencia de enfermedades, epizootias o venenos y realice un control de predadores.
Contenido del curso Para obtener el título de guarda jurado de caza se debe estar en posesión de la habilitación de guarda rural, en su especialidad de guarda de caza, y disponer de un certificado de una entidad homologada por la conselleria. En ese curso se impartirán al guarda jurado de caza contenidos básicos, como las formaciones vegetales y especies de flora y fauna representativas o las especies cinegéticas propias de la Comunitat Valenciana, y otros contenidos más específicos sobre organización de cacerías, armas de caza, prevención de incendios, normativa autonómica en materia de caza, sanidad de especies cinegéticas y perros, o el fomento de especies cinegéticas y el control de abundancias compatibles con otros intereses.
Fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente precisaron que no será obligatoria la presencia de un guarda jurado de caza en cada coto privado. Eso sí: los que estén trabajando deberán ir debidamente uniformados y con el emblema acordado (excepto el personal de de las reservas valencianas de caza, que portarán el uniforme correspondiente a cada reserva). Según el decreto, los guardas jurados de caza tienen la condición de «agentes auxiliares de la autoridad» y colaborarán con los agentes, cuerpos e instituciones de la Administración que tengan encomendadas funciones de custodia de los recursos naturales cinegéticos.
Control de predadores Por otro lado, el decreto señala que las personas interesadas en obtener la habilitación para realizar el control de predadores de especies cinegéticas mediante trampas de retención y métodos homologados deberán presentar una solicitud, ante la dirección territorial, acreditando que cumplen una serie de requisitos como el de disponer un certificado de aprovechamiento de un curso de capacitación para la obtención de este título de al menos 40 horas.
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