Un vigilante del metro de la línea 2 de Santurtzi llamó la atención a un pasajero que iba bebiendo una cerveza en el vagón en la noche del sábado y acabó con un dedo prácticamente arrancado. El suceso tuvo lugar a las 22.00 horas. “Una pareja y su hija iban en el vagón. El hombre iba bebiendo una cerveza y el vigilante les llamó la atención”, explicó un miembro de la empresa. Insultos, amenazas,... la respuesta del pasajero alertó al trabajador, que decidió informar por tetra de lo ocurrido.
Un supervisor se unió para ayudar a su compañero. “La chica intentó pegar al vigilante con un patinete que llevaba de madera”. A partir de ahí, y según la misma fuente, el vigilante se defendió y el hombre también se metió en medio hasta morderle la mano y cortarle uno de los dedos, a pesar de que llevaba guantes anti corte. “El supervisor también recibió un mordisco en la muñeca”, informó. La víctima tuvo que precisar asistencia médica y fue trasladado a Cruces.
La historia no acaba aquí. “Ayer -por el domingo- los familiares bajaron a la estación de Santurtzi buscando al supervisor que estuvo en la incidencia del día anterior. Como no estaba él, estaba otra chica suplementaria, le amenazaron”, explicó. Una visita que, al parecer, se repitió nuevamente ayer, esta vez preguntando por el vigilante. “Hemos hablado con nuestra empresa y con metro para que tomen medidas de seguridad”. El pasajero fue detenido la misma noche del sábado por los agentes de la Ertzaintza desplazados hasta el lugar. Asimismo y tras prestar declaración, el detenido de 26 años, fue puesto en libertad.
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