La seguridad en la Comunidad de Madrid no solo depende de los recursos públicos, pues también es precisa la participación de empresas privadas para garantizarla. En España, este sector ha experimentado un desarrollo extraordinario en los últimos años con 1.490 empresas, una plantilla de 85.000 personas y una facturación de 3.215 millones de euros, según los últimos datos disponibles correspondientes a 2012.
El número de vigilantes privados, sin embargo, es menor, pues se sitúa en 195 por cada 100.000 habitantes, 76 menos que la media de la Unión Europea. Los datos madrileños hablan de 306 empresas, que emplean a 22.835 personas con una facturación cercana a los 885 millones de euros. Según estas cifras, en la actualidad hay más agentes públicos que privados, por lo que queda abierto un espacio todavía por explorar. Por ello, el Ministerio del Interior, para consolidar este sector económico, ha aprobado el nuevo proyecto de Ley de Seguridad Privada, que pone al día la norma de 1992 para impulsar la coordinación y cooperación entre los sectores de seguridad pública y privada, combatiendo el intrusismo con sanciones como el cierre de aquellas empresas que infrinjan la nueva regulación. Además, ampliará las vías de acceso a la profesión y la protección jurídica de los vigilantes que actúen como agentes de la autoridad.
El número de vigilantes privados, sin embargo, es menor, pues se sitúa en 195 por cada 100.000 habitantes, 76 menos que la media de la Unión Europea. Los datos madrileños hablan de 306 empresas, que emplean a 22.835 personas con una facturación cercana a los 885 millones de euros. Según estas cifras, en la actualidad hay más agentes públicos que privados, por lo que queda abierto un espacio todavía por explorar. Por ello, el Ministerio del Interior, para consolidar este sector económico, ha aprobado el nuevo proyecto de Ley de Seguridad Privada, que pone al día la norma de 1992 para impulsar la coordinación y cooperación entre los sectores de seguridad pública y privada, combatiendo el intrusismo con sanciones como el cierre de aquellas empresas que infrinjan la nueva regulación. Además, ampliará las vías de acceso a la profesión y la protección jurídica de los vigilantes que actúen como agentes de la autoridad.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solamente cuatro empresas de seguridad superan los 5.000 trabajadores. Estas empresas pertenecen a APROSER, la asociación profesional de las compañías privadas de servicios de seguridad. El resto son pymes, con algo más del 72 por ciento de compañías que tienen de 1 a 19 trabajadores asalariados. Las doce empresas asociadas a esta patronal representan cerca del 70 por ciento de la facturación global. El grupo más numeroso de profesionales dentro del sector son los vigilantes, que representan el 75 por ciento del personal autorizado por el ministerio. En torno al 21 por ciento de estas empresas se dedica a la vigilancia, "el segmento más importante dentro del sector en términos de facturación, ya que aporta el 65 por ciento del total", apunta Eduardo Cobas, secretario general de APROSER. Las otras dos áreas más importantes son sistemas y alarmas y transporte de fondos. Los escoltas, los vigilantes de explosivos y los directores de seguridad son otros agentes a tener en cuenta en este sector.
En 2012 la facturación descendió casi un 7 por ciento. Desde el inicio de la crisis, a mediados de 2008, el sector ha registrado caídas continuadas en los ingresos con una bajada acumulada superior al 20 por ciento. Cobas la explica por la reducción de los presupuestos de seguridad de los clientes, especialmente de los relacionados con la administración pública ?un 78 por ciento del total? y por la caída de los contratos privados. "Se han abierto menos centros comerciales y no podemos olvidar el estancamiento del ladrillo", apunta el secretario de la patronal.
A pesar del deterioro del sector, Cobas afirma con rotundidad que los vigilantes de España son los mejor preparados de Europa, siendo la vigilancia privada "de gran calidad". De hecho, en Madrid tienen sede algunas de las empresas más punteras en vigilancia privada, como Prosegur, que factura 3.669 millones de euros. Con más de 35 años de historia, Prosegur es una multinacional reconocida a nivel mundial con 26.000 empleados.
Otro referente en vigilancia privada en la región es Securitas. Cuenta con una cuota de mercado que alcanza el 24 por ciento y 17.000 empleados que trabajan en las 50 delegaciones nacionales. En términos de facturación, Eulen es la tercera empresa a nivel nacional, lo que representa unas ventas en la Comunidad de Madrid cercanas a los 55 millones de euros. Su plantilla en la región está formada por 1.650 personas ?un 30 por ciento mujeres? de las 6.900 que tiene en toda España. "Tiene presencia en todos los sectores de la actividad, desde la administración pública al sector energético, pasando por el aeroportuario, el financiero y los centros comerciales", explica Luciano Valladares, director nacional de Eulen Seguridad. Como el resto de empresas, Eulen también ha tenido que hacer frente al descenso de la demanda. "Es una de las actividades en las que se suele reducir cuando hay que hacer un ajuste de costes", reconoce Valladares.
El Grupo Segur también está entre los primeros en el mapa de la vigilancia privada con 30 años de trayectoria a sus espaldas. Unos 7.000 profesionales repartidos por 27 delegaciones forman la estructura de una empresa que desarrolla servicios de de alta especialización como la vigilancia y protección de la flota atunera que faena en el Océano Índico.
FUENTE: madridiario.es AQUÍ
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