La Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística confirma la tendencia al alza del riesgo de pobreza en España que en el caso de los menores de 16 años repunta hasta el 32% y en familias monoparentales con hijos al 38%. Además los ingresos anuales de los españoles caen al nivel más bajo desde el estallido de la crisis y suben al 17% las familias que llegan a final de mes con muchos apuros.
La recuperación que proclama el Gobierno es un auténtico espejismo para la sociedad española que es cada vez más pobre. La tasa de riesgo depobreza o exclusión social volvió a aumentar el año pasado hasta alcanzar al 27,3% de la población. Pero por colectivos la situación es muchomás alarmante entre los niños porque afecta ya al 31,9% de los menores de 16 años. También el riesgo crece hasta el 29,5% en la población comprendida entre los 16 y 64 años cuando en el 2009 esta tasa era del 23 por ciento.
Por contra, solo desciende entre los pensionistas. Hay otro dato que confirma una de las consecuencias de la crisis: la pobreza laboral. Según el INE, el 11,7 por ciento de los trabajadores ocupados vive por debajo del umbral de la pobreza. Estos datos se calculan siguiendo el indicador europeo AROPE que combina distintas variables que van desde los ingresos o las posibilidades de empleo hasta carencias severas de la vida cotidiana como no poder permitirse determinados alimentos, teléfono, coche, vacaciones o enceder la calefacción.
La Encuesta sobre Condiciones de Vida del INE refleja la realidad cotidiana de miles de familias que han visto caer en 2012 sus ingresos al nivel más bajo desde que comenzó la crisis. El ingreso anual medio por hogar en 2012 fue de 26.775 euros, un once por ciento menos que en el año 2088. Casi un 20 por ciento de hogares manifiesta llegar a fin de mes con "mucha dificultad", un porcentaje que sube más de tres puntos con respecto al año anterior. El 41 por ciento de las familias no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos y casiel 46 por ciento no se puede permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año. Un 9,3 por ciento admite retrasos en los pagos de gastos relacionados con la vivienda como la hipoteca, el alquiler o los recibos de gas, electricidad o comunidad.
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