El Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechaza la reclamación de un español víctima de un accidente de tráfico que denunciaba la violación de sus derechos al aparecer en un vídeo rodado sin su permiso.
Los detectives privados pueden grabar en vídeo o tomar fotografías de los ciudadanos cuando se encuentren en lugares públicos, siempre que lo hagan en el ejercicio de sus pesquisas. EL Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechaza la reclamación de una víctima de accidente de tráfico que, pese a asegurar que no podía conducir, fue grabado en una motocicleta. El fallo del Tribunal Europeo avala la regulación profesional de los detectives privados, en este caso de una compañía aseguradora, por la que se rige la filmación durante las investigaciones. Y es que, el ciudadano que apeló a la corte europea fue atropellado en 1997 cuando iba en bicicleta. Por unos daños neurológicos que le impedían conducir reclamó a la compañía del coche que el atropello una importante cantidad en concepto de daños y perjuicios.
La aseguradora puso tras el reclamante a un detective que consiguió grabarle circulando en una moto sin mayor problema. La prueba fue presentada ante el juzgado de instrucción permitente que rechazó la petición del ciudadano, resolución que también fue apoyada por la Audiencia Provincial de Sevilla. De esta manera, el ciclista apeló ante el Tribunal Europeo por entender que el fallo vulneraba su derecho a la imagen y vida privada, regulado en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, lo que ahora ha quedado desestimado, porque la filmación no afectó para nada a la conducta del reclamante.
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