Consiste en forrar los productos con papel de aluminio para sortear los dispositivos de alarma
Según la sentencia, la mujer accedió al supermercado y cogió cinco latas de berberechos y tres lomos, que guardó en su bolso tras recubrirlos con papel de aluminio para que no los detectaran las alarmas, aunque un vigilante de seguridad la vio y la interceptó a la salida del centro. El valor de lo robado superaba los 400 euros, explica la sentencia, que aplica a la condenada por hurto la agravante de reincidencia y de intentar usar para no ser interceptada el efecto de la "jaula de Faraday", que protege de los campos eléctricos el espacio hueco en el interior de un envoltorio metálico.
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