Los sindicatos se encerraron ante el despacho de Serna por "imponer" el recorte de plantilla. Se vivieron momentos de tensión cuando un representante de STEC bajó a la calle para hablar con sus compañeros y atender a los medios y el vigilante le impidió volver a entrar en el edificio
La Consejería de Educación , Cultura y Deporte, ante la agresión sufrida por uno de los trabajadores del servicio de vigilancia del Edificio de la Calle Vargas 55 donde se ubican las dependencias de la Consejería, ha manifestado su "condena más absoluta ante unos hechos que no se pueden tolerar, bajo ninguna circunstancia". En este sentido, ha exigido a los sindicatos docentes que "descalifiquen los comportamientos violentos" y pidan la dimisión de los responsables.
En un comunicado, la Consejería manifiesta que "puede entenderse" que algunos representantes sindicales no estén de acuerdo con algunas medidas del Gobierno de Cantabria , derivadas de la actual coyuntura económica, pero considera que "las actitudes y comportamientos reiterados de violencia verbal y física, puestos de manifiesto por algunos liberados sindicales, son incompatibles con la función propia que les corresponde, especialmente en un ámbito como el de la Educación , en el que los profesores deben ser ejemplares en su conducta".
Ante hechos "tan alarmantes", la Consejería de Educación , Cultura y Deporte considera que las organizaciones sindicales implicadas no sólo deben de denunciar y descalificar tales comportamientos, sino también exigir la "inmediata dimisión de quienes no han sabido ejercer su representación sindical de manera democrática, con el fin de erradicar la violencia en la sociedad y en toda la comunidad educativa".
Los hechos a los que se refiere Educación ocurrieron este lunes, cuando representantes de CC.OO, UGT y STEC, a los que más tarde se unió ANPE, se encerraron por la tarde en la Consejería de Educación ante la "negativa de sus responsables a negociar las plantillas de maestros y aulas de dos años del próximo curso escolar". El encierro concluyó a las 20.30 horas, cuando fueron desalojados, pero previamente se produjo una "pequeña bronca" con un vigilante de seguridad, según los sindicatos.
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