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18 de noviembre de 2015

Las centrales nucleares encomiendan su seguridad a la Guardia Civil

Las centrales recelan de las empresas privadas de seguridad y pagarán 61.000 euros anuales por cada agente

La Guardia Civil asume la seguridad de las centrales nucleares. La medida, impulsada por un grupo de trabajo interministerial, recoge la denominada "amenaza base" para las centrales nucleares y para el Almacén Temporal Centralizado de combustible nuclear y modifica el Real Decreto 1308/2011 para, entre otros supuestos, implementar un nuevo entorno de protección de estas infraestructuras críticas. El director general de Anav (Asociación nuclear de Ascó y Vandellós), José Antonio Gago, confirma que hay luz verde para que la Guardia Civil custodie también las centrales catalanas. No hay fecha fija para que los agentes de la Guardia Civil empiecen a patrullar dentro de los complejos nucleares de Ascó y Vandellós II pero el despliegue podría empezar a ejecutarse en año nuevo y no se retardará en, ningún caso, más allá de 2017.

José Antonio Gago niega que los recientes atentados en París hayan obligado a elevar las medidas de seguridad en los recintos nucleares y vincula el despliegue de la Guardia Civil con un plan que, desde hace al menos seis meses, vienen trazando los operadores de las plantas nucleares junto con expertos en seguridad del Ministerio del Interior. Gago rechaza dar cifras sobre el número de efectivos que hará falta para blindar Ascó y Vandellós pero asegura que "ninguna contribución es poca". Las empresas explotadoras, o en su defecto, los titulares de la centrales deberán abonar 61.000 euros cada año por guardia para que custodie los edificios.

Manel Campoy, director de la central de Ascó, ha evitado responder cuando se le ha preguntado si la medida deriva de una falta de confianza en las tareas de vigilancia que, hasta el momento, vienen desarrollando compañías de seguridad privada. "La información, los medios y la capacitación de la Guardia Civil no la tienen nuestros cuerpos de seguridad privados", indica José Antonio Gago.

En Ascó y Vandellós la seguridad interior de las instalaciones corre a cargo de la empresa Prosegur. A finales de año caduca el contrato que tiene Anav con Prosegur y está por ver si el vínculo se renueva. A pesar de que insiste en rebajar la psicosis por los recientes ataques terroristas en Francia, el director general de Anav no esconde cierta ansia por contar con el soporte de la Guardia Civil. "Nos gustaría hacerlo deprisa pero lo que queremos es hacerlo bien", ha dicho. La incursión de los agentes en las nucleares se hará de manera progresiva en todas las centrales españolas. El complejo nuclear de Trillo, en Guadalajara, será el primero en testar la eficacia de la medida.

Dejando el peso de la seguridad interior en manos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, las centrales nucleares españolas copian el modelo francés de seguridad nuclear: vigilancia mixta a manos de la policía y de empresas de seguridad privada, y se alejan del modelo norteamericano, donde la competencia es exclusivamente de las compañías privadas. Eso sí, unas compañías de seguridad privada que, en muchos casos, parecen ejércitos. Anav pone de manifiesto que reforzando sus planes de seguridad en Ascó y Vandellós se da un paso más en el camino hacía la minoración de riesgos en todos los sentidos. En este aspecto, en el período que va de 2011 a 2016 las dos centrales acumularán una inversión de 100 millones de euros en medidas antiaccidente.

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