La empresa de seguridad que vigilaba la fábrica de armas, Segur Ibérica, abandona el servicio esta medianoche por impagos de la concesionaria de las instalaciones del Ministerio de Defensa, según anuncian los trabajadores afectados. La plantilla destinada a la factoría de Pedralonga prevé la llegada de la Policía Nacional y la Guardia Civil al complejo, que, alegan, por ley no puede quedar sin control debido a la naturaleza de su actividad.
Manuel Gude, del comité de empresa de la subcontrata de seguridad por UGT y destinado en la fábrica, explica que Hércules de Armamento le adeuda a Segur Ibérica una cantidad de entre 400.000 y medio millón de euros, cifra que les han trasladado sus superiores.
Los trabajadores afectados son quince. El sindicato UGT solicita la intervención urgente del Ministerio de Defensa. A medianoche, hora en la que se suspenderá el servicio, se celebrará una concentración ante las puertas de la factoría, en la que estarán tanto la plantilla afectada como antiguos operarios, que llevan meses denunciando la "incomprensible" adjudicación de las instalaciones a Hércules de Armamento.
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