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16 de noviembre de 2015

España se prepara para enfrentarse a una ola de atentados como los de París

LOS ESPECIALISTAS ALERTAN DE LA AMENAZA

Los expertos de la lucha antiterrorista aseguran que la presión policial sobre el yihadismo está en cotas máximas pero admiten que grupos como el que atentó en Francia pueden ser indetectables

Los atentados de París han sido recibidos por las Fuerzas de Seguridad españolas con el mismo estupor que si se hubieran producido en suelo nacional, no solo por la cercanía geográfica y política de la capital francesa, sino porque confirman que el Estado Islámico está decidido a sembrar el terror en el corazón de Europa y que las medidas de seguridad extrema que llevaba meses aplicando una potencia como Francia han sido insuficientes para evitar que este viernes se produjera un nuevo ataque, caracterizado claramente por su complejidad y el elevado número de radicales que lo ejecutaron sobre el terreno.

Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por este diario aseguran que la tragedia de París demuestra que “solo es cuestión de tiempo que un ataque de estas características se produzca de nuevo en territorio español”. Madridostenta por ahora el triste récord de haber sufrido el mayor atentado terroristaen suelo europeo el 11 de marzo de 2004, con 192 muertos. Solo la presión policial sobre las redes yihadistas ha evitado nuevos ataques en los 11 años que han trascurrido desde entonces, a pesar del gran simbolismo que encierra España para el islamismo radical y la frágil ubicación del país por su condición de frontera sur del Viejo Continente. Solo en la actual legislatura han sido detenidos 170 individuos acusados de planear o fomentar atentados yihadistas. Desde el 11-M, la cifra de detenidos se eleva hasta los 591. La presión sobre el islamismo radical es más intensa que nunca.

Con todo, los expertos advierten de que el riesgo persiste y ha experimentado un repunte por el influjo que ejerce el Estado Islámico (EI) sobre los sectores más extremistas del mundo musulmán. El Daesh o EI ya es el mayor enemigo de Occidente, suplantando el papel que ejercía Al Qaeda en solitario hasta hace apenas tres años. “Se están produciendo detenciones de forma continua y compartimos información con otros servicios de inteligencia, pero no podemos controlar a todos los individuos”, admite un funcionario de las Fuerzas de Seguridad consultado por El Confidencial que prefiere no ser identificado. “Cada sospechoso requiere un largo número de indagaciones antes de ser descartado y no siempre tenemos los medios para poder hacer esas comprobaciones. Además, el movimiento de potenciales terroristas por Europa es continuo y casi siempre dependemos de que nos avisen de sus movimientos las autoridades de los países de los que proceden, algo que no siempre ocurre”, añade esta fuente.

Otro especialista que prefiere igualmente permanecer en el anonimato subraya que la vigilancia es constante. No solo se busca sacar de circulación a terroristas, sino enviar también un mensaje de contundencia a los fieles que abrazan el islam más radical y que coquetean con materializar sus anhelos. La última gran operación se produjo el pasado 3 de noviembre en la Cañada Realde Madrid. La Policía Nacional detuvo a tres marroquíes de entre 26 y 29 años que tenían planes para matar en España. “En este caso, los tres han ingresado en prisión, pero eso no siempre ocurre”, lamenta este especialista. “Las cosas están cambiando pero hay jueces que no entienden que no se puede esperar a que un terrorista actúe para detenerlo porque podemos llegar demasiado tarde”.

La conciencia de la amenaza llevó al Gobierno a decretar el pasado mes de junio el nivel 4 de alerta antiterrorista, de riesgo “alto”. El Ministerio del Interior tomó esa decisión tras una jornada de atentados que dejó víctimas en Francia, Túnez, Somalia y Kuwait. Desde entonces, la alerta se ha mantenido en esa misma fase, solo un escalón por debajo del máximo, el nivel 5, reservado para episodios de riesgo “muy alto” o atentado inminente. Según ha podido saber este diario, tras el ataque a uno de los centros turísticos del litoral tunecino, Reino Unido llegó a pedir a España que colocara agentes camuflados en las playas para proteger a sus nacionales. La petición tuvo que ser rechazada. Con el número de efectivos que integran en estos momentos las Fuerzas de Seguridad, ni siquiera sería posible proteger con medios antiterroristas y de forma permanente todo el litoral de Andalucía.

Este sábado, en una reunión de urgencia convocada tras los atentados de París, los expertos en la lucha antiterrorista acordaron mantener el nivel 4, al considerar que las medidas que contempla (mayor presencia policial en las calles; seguridad reforzada en aeropuertos, centrales nucleares, puertos y estaciones; activación de los expertos de la lucha antiterrorista) permiten hacer frente al escenario actual. Los expertos preguntados por El Confidencial aseguran que la situación de riesgo “alto” se mantendrá al menos hasta después de las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, por la amenaza añadida que conlleva una cita de esa importancia y la triste experiencia que tiene la sociedad española en ese campo.

El nivel 5 implicaría la presencia del Ejército en las calles y su participación directa en labores de vigilancia. Por ahora, Interior ha optado por guardarse ese as en la manga, pero ni siquiera una medida tan drástica garantiza la paz. Se da la paradoja de que Francia se encontraba precisamente en su máximo nivel de alerta desde hace un año y, además, este viernes habían entrado en vigormedidas adicionales de control en las fronteras para evitar altercados con motivo de la Cumbre del Clima que acogerá París en solo dos semanas. El endurecimiento de la seguridad no impidió que los autores del ataque llevaran a cabo una matanza en pleno centro de la capital. “Si ha ocurrido esto en Francia, también puede ocurrir en cualquier momento en España”, insiste uno de los expertos consultados.

La identificación de los asesinos permitirá destripar la preparación de los ataques. El mayor riesgo para Europa son los combatientes que se han marchado al territorio del EI y que, pasado un tiempo, deciden volver al Viejo Continente con la determinación y el entrenamiento necesarios para cometer atentados. Como ya reveló El Confidencial, los servicios de inteligencia españoles han detectado que el Estado Islámico está intentando introducir combatientes por las fronteras europeas para golpear a Occidente desde su mismo núcleo. Una de las rutas que están utilizando es la de los refugiados sirios, que llegan a Grecia a través de Turquía. Pero España también está tomando medidas para dificultar que puedan llegar a suelo nacional en avión o simplemente cruzando los 14 kilómetros del Estrecho de Gibraltar.

Ese es el motivo de que este verano se reforzaran los controles en la tradicional operación Paso del Estrecho. Las Fuerzas de Seguridad habían detectado conversaciones en las que individuos radicales planteaban la utilidad de esa vía para dar el salto a Europa. Se incrementaron las labores de inteligencia y aumentó la presencia de agentes antidisturbios con fines disuasorios. Finalmente, la operación de este año concluyó el pasado 15 de septiembre sin que se detectara nada reseñable. No obstante, el riesgo de que un grupo perfectamente organizado como el de París se cuele en territorio nacional continúa presente. Interior ha redoblado sus esfuerzos para evitarlo, intensificando la cooperación antiterrorista con lossocios europeos y Marruecos, que a juicio de los expertos atraviesa el mejor momento en la historia de las relaciones bilaterales con el reino alauita. Las fuentes consultadas aseguran que el intercambio de información con agencias de inteligencia aliadas es continuo y que es frecuente que se hagan seguimientos transfronterizos coordinados para no perder nunca de vista a elementos peligrosos. Pero la máxima colaboración tampoco neutraliza la voluntad del EI de seguir atentando en Europa.

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