David Álvarez, el fundador del Grupo Eulen, ha fallecido a los 88 años de edad, según ha informado la compañía a través de un comunicado
El empresario David Álvarez, fundador del Grupo Eulen, ha fallecido a los 88 años de edad, según ha informado la propia compañía a través de un comunicado. Nacido en Crémenes (León) en 1927, desarrolló uno de los grupos de servicios auxiliares para empresas más importantes del país, con una facturación de 1.400 millones de euros y más de 85.000 empleados.
Esta dilatada carrera no fue ajena a la polémica. En los últimos años, fueronpúblicos y notorios sus enfrentamientos con cinco de sus hijos, con tribunales de por medio, por discrepancias sobre la gestión de la compañía desde 2010. Ese pulso familiar se dirimió con la creación de un núcleo duro, al frente del cual colocó a su hija María José, elegida para sucederle en la presidencia. A pesar de su origen humilde, David Álvarez labró una exitosa trayectoria empresarial por la que fue reconocido institucionalmente con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Civil, otorgada por el Gobierno de España, y el marquesado de Crémenes, concedido por Juan Carlos I en 2012, además de laMedalla de Oro al Trabajo, recibida en 1999.
De la docencia al imperio La andadura empresarial de David Álvarez arrancó en los años cincuenta, cuando recién completados sus estudios emigró a Bilbao para montar una academia de formación técnica. Aquel debut emprendedor sirvió para forjar su salto al mundo de la empresa con la creación de la compañía El Sol (1962), dedicada a la limpieza de edificios y embrión de su futuro 'holding' de servicios integrales. Pese a la dimensión de Eulen (mantenimiento, vigilancia, limpieza, formación, trabajo temporal, servicios sociosanitarios, gestión mediambiental…), la compañía ha mantenido desde sus orígenes el componente familiar, tanto en la propiedad como en la gestión, pese a que durante años, sobre todo antes de la crisis, la familia fue objeto de ofertas por parte de constructoras y fondos de inversión para vender su negocio.
Probablemente, una decisión así habría evitado problemas internos que afloraron con el tiempo y terminaron dividiendo al clan de los Álvarez. A partir de ese momento, el cisma familiar se convirtió en uno de los culebrones corporativos más sonados, con el patriarca casado en terceras nupcias, la mayoría de los hijos enfrentados al padre y los herederos divididos en dos bandos para disputarse el control. Más allá del negocio original, David Álvarez extendió su dimensión empresarial a otras actividades, sobre las que destacan de forma especial las Bodegas Vega Sicilia, la famosa referencia de Ribera de Duero que adquirió en 1982 y que llevó a cotas de fama internacional, hasta el punto de asociarse recientemente con la familia Rothschild. Quién iba a decirle a aquel humilde emprendedor de Crémenes que terminaría codeándose con la vieja aristocracia financiera europea.
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